La boda millonaria de Brooklyn Beckham y Nicola Peltz ha sido uno de los acontecimientos de la solicialité del año. Y los regalos han estado a la altura de un evento en el que la familia se ha gastado unos tres millones de euros. David Beckham le ha regalado a su hijo un Jaguar eléctrico XK140 muy especial, valorado en medio millón de euros.
Este exclusivo coche fue encargado a medida por Beckham para su hijo. Es un clásico de 1954, que ha sido restaurado y transformado en un eléctrico por la empresa Lunaz, en Silverstone (Reino Unido), de la que el ex futbolista es accionista.
La personalización del modelo ha supuesto miles de horas de trabajo y en la misma han participado 120 personas, entre artesanos, diseñadores y especialistas en vehículos eléctricos.
El coche es tan exclusivo que hasta el color en el que está pintado, en este caso un azul claro, tiene un nombre propio elegido por el cliente que, en esta ocasión, no ha sido desvelado por petición expresa de David Beckham.
El interior, en un tono crema claro, también ha sido completamente restaurado siguiendo con fidelidad la estética clásica del automóvil, aunque cuenta con la más moderna tecnología para proporcionar, por ejemplo, información sobre el estado de la batería u otro tipo de funciones.
Además, no solo se ha restaurado su exterior e interior, también se han mejorado los frenos, la suspensión y la dirección para que el conductor pueda disfrutar todos los días de un automóvil clásico por fuera pero completamente nuevo.
El precio de este modelo es de unos 350.000 libras más impuestos (unos 420.000 euros más impuestos), es decir que ronda el medio millón de euros. Si tu cuenta corriente te permite hacerte con uno, debes saber que el trabajo que se emplea en cada coche es tan exhaustivo que la lista de espera actual es de casi un año; te lo entregarían con suerte para finales de enero.
El propio David Beckham condujo el vehículo hasta la finca privada donde se celebró la boda, en Miami, acompañado de su mujer Victoria Beckham, aunque el ex futbolista abandonó posteriormente el enlace en un Maserati de su propiedad, valorado en unos 200.000 euros, dejando el Jaguar en manos de Brooklyn, que también disfrutó al volante de su nuevo coche junto a su ya esposa, Nicola Peltz.
