Con el regreso de las vacaciones, algunos conductores se enfrentan a la desagradable sorpresa de encontrarse con una multa de tráfico esperándolos en el buzón. Lo que muchos no saben es que existe una particular ‘excusa’ que puede serles de gran utilidad en esa situación: la falta de mantenimiento de las carreteras. En concreto, la deficiencia en la señalización. Aunque pueda parecer un detalle menor, la correcta colocación de las señales es esencial para la validez de una multa. En este artículo, analizamos cómo esta circunstancia puede servir para anular de forma efectiva una sanción.
1La señalización, clave en la validez de una multa
La señalización de tráfico cumple un papel fundamental en la regulación del tránsito y la seguridad vial. Pero no siempre está en condiciones óptimas, y la falta de mantenimiento puede llevar a que algunas señales desaparezcan o estén mal ubicadas. Según la Norma 8.1-IC de la Instrucción de Carreteras, sobre señalización vertical, ciertas señales, como las de peligro o reglamentación, deben estar colocadas a ambos lados de la carretera para garantizar su visibilidad para todos los conductores, independientemente de su posición en la vía.
La razón detrás de esta normativa es simple: hay situaciones en las que un conductor puede no ver una señal debido a la obstrucción por otros vehículos, como un camión o un autobús. Si una señal crucial, como la que indica un límite de velocidad, no está debidamente colocada a ambos lados de la carretera, podría servir como un argumento sólido para impugnar una multa.
