Comprar un coche de segunda mano puede ser una alternativa atractiva para quienes buscan ahorrar dinero, pero también puede convertirse en una experiencia amarga si el vehículo viene con más problemas de los que aparenta. Así lo vivió una joven en Murcia, quien tras comprar un Peugeot supuestamente en buen estado, descubrió que había sido víctima de múltiples engaños.
Según el experto que revisó el automóvil, los problemas y el historial del vehículo dejaron al descubierto irregularidades graves, como un kilometraje alterado y un origen incierto, lo que llevó a la joven a pasar un largo proceso de reclamaciones y gastos imprevistos. Todo esto proveniente de un vehículo que decía venir de Dinamarca, pero era de Francia.
La estafa que sufrió la compradora de este coche
El primer detalle sospechoso apareció al revisar el historial del kilometraje. Aunque el vehículo había sido anunciado con 134,000 kilómetros, en realidad tenía más de 211,000. Esto significa que alguien había alterado el odómetro para que el coche pareciera menos usado de lo que realmente estaba. La manipulación del kilometraje es una de las prácticas de fraude más comunes en el mercado de automóviles de segunda mano y suele ser difícil de detectar si no se lleva a cabo una inspección profunda.
Además del kilometraje alterado, el auto presentaba fallos mecánicos que coincidían más con el uso real del vehículo. Uno de los inyectores estaba en mal estado, una avería común en vehículos con un kilometraje elevado. Sin embargo, el vendedor había asegurado a la compradora que el carro estaba en perfectas condiciones, lo que contradecía el evidente desgaste en el sistema de inyección.
Problemas en los papeles del coche de segunda mano
Otro aspecto confuso es el país de origen del vehículo. Inicialmente, el vendedor informó a la compradora que el Peugeot provenía de Dinamarca, cuando en realidad venía de Francia. Los expertos advierten que los coches importados de Francia pueden presentar un historial complicado si no se verifica con cuidado. Debido a su alta demanda y al volumen de exportación hacia otros países, algunos vehículos que se venden en ese país pasan por varias manos antes de llegar al destino final, lo que a menudo dificulta el seguimiento de su historial completo.
Según el experto que ayudó a la joven a destapar estas irregularidades, la compra de un automóvil de segunda mano debería incluir siempre una revisión exhaustiva y, en lo posible, un informe de procedencia. Es fundamental que los compradores verifiquen el historial de kilómetros y realicen una inspección mecánica antes de cerrar la compra, especialmente si el coche proviene de Francia o de cualquier otro país.