Los análisis recientes de CarVertical revelan una correlación intrigante entre la potencia del motor y la probabilidad de accidentes en vehículos. Según los datos obtenidos de 43 marcas de automóviles, los modelos con motores más potentes parecen estar asociados con una mayor incidencia de daños.
El estudio examina exhaustivamente el historial de vehículos usados para determinar si existe alguna relación entre la potencia del motor y la frecuencia de accidentes. Los resultados muestran que, en general, los vehículos con motores más poderosos tienen índices de accidentes más altos que sus contrapartes menos potentes.
Por ejemplo, se descubrió que un porcentaje significativo de vehículos Audi y Volkswagen con motores de alta potencia tenían registros de daños, en comparación con los modelos con motores menos potentes. Lo mismo se observó en marcas como Ford y Renault.
Los accidentes de tráfico van por marcas de coches
Sin embargo, Toyota muestra una variación mínima en sus índices de daños, aunque no ofrece modelos con motores extremadamente potentes, lo que podría influir en la comparación.
Entre todas las marcas analizadas, BMW destaca por tener una alta incidencia de daños en vehículos con motores de alta potencia.
Matas Buzelis, experto en automoción y jefe de comunicaciones de la empresa CarVertical, señala que parece haber una tendencia entre los conductores de vehículos potentes a ignorar los límites de velocidad, lo que puede aumentar el riesgo de accidentes.
Las marcas de lujo tampoco salen bien paradas en este estudio
El estudio también revela que los vehículos de marcas de lujo como Bentley, Maserati y Cadillac tienden a tener motores más potentes, lo que podría influir en su mayor probabilidad de accidentes.
Además, se destaca la importancia de verificar el historial de accidentes de un vehículo antes de la compra, ya que esto puede proporcionar información crucial sobre su estado a largo plazo. Buzelis sugiere que los compradores consulten a un mecánico profesional para evaluar el impacto de los daños en la utilidad futura del automóvil.