Pasar la ITV cada año es uno de esos trámites que, inevitablemente, hay que realizar si queremos conducir un vehículo en España. Se trata de una prueba de supervisión muy estricta que examina detenidamente los sistemas y mecanismos vitales de tu coche para asegurar que cumpla con los estándares de seguridad de la autoridad competente. Si el vehículo deja de satisfacer estos estándares, el propietario tendrá que rehacer una reparación antes de realizar el siguiente examen.
A veces es posible que hayas recibido una pequeña falta leve por algo que no consideras esencial para la seguridad en la carretera. En este artículo daremos un repaso exhaustivo a todo lo que necesitas saber para asegurarte de pasar la ITV con suficientemente alto.
2Es importante solucionar las fallas leves antes de la prueba
La no reparación de faltas leves dentro de los 30 días según los estándares oficiales puede llevar a una prueba nula. Esto no significa que el vehículo no pueda pasar la prueba en el futuro, pero podría tener que someterse a menores pruebas y mantenimientos antes de reintentarlo. Un vehículo con problemas mecánicos graves puede ser reventado por la ITV, lo que significa que el propietario tendrá que tomar medidas drásticas para satisfacer las exacciones legales.
Como se ha dicho anteriormente, sucederá que tendrás que realizar la prueba de nuevo para que el coche pueda pasar los estándares legales. Los mecánicos prestarán atención a partes del vehículo que se podrían haber dañado como resultado de no reparar las pequeñas anomalías detectadas durante la prueba anterior. Asimismo, el propietario tendrá que acatar todos los requisitos de la autoridad competente, tales como un sistema mejorado de iluminación, una inspección meticulosa de los controles de seguridad y cualquier otra exacción.
