Pasar la ITV cada año es uno de esos trámites que, inevitablemente, hay que realizar si queremos conducir un vehículo en España. Se trata de una prueba de supervisión muy estricta que examina detenidamente los sistemas y mecanismos vitales de tu coche para asegurar que cumpla con los estándares de seguridad de la autoridad competente. Si el vehículo deja de satisfacer estos estándares, el propietario tendrá que rehacer una reparación antes de realizar el siguiente examen.
A veces es posible que hayas recibido una pequeña falta leve por algo que no consideras esencial para la seguridad en la carretera. En este artículo daremos un repaso exhaustivo a todo lo que necesitas saber para asegurarte de pasar la ITV con suficientemente alto.
3¿Cómo compruebas si se han solucionado las faltas leves?
El primer paso para verificar que el vehículo tiene las faltas leves correctas es llevar a un mecánico de confianza antes del examen de la ITV. Un mecánico profesional con experiencia siempre estará al tanto de todas las faltas leves y averías mecánicas pequeñas. Esto garantiza que el mecánico sea capaz de solucionar cualquier anormalidad detectada durante la iteración de la ITV. El propietario tendrá que seguir todos los consejos y estrategias planteadas por el mecánico hasta el momento de la prueba.
Una vez haya recibido un aprobado en la prueba de la ITV, el propietario debe revisar sus documentos por si hay alguna falsificación u omisiones que puedan afectar a la homologación del vehículo. Hay algunas cosas que deberías comprobar antes de que el vehículo sea conducido a la carretera. Por ejemplo, debes asegurarte de que el seguro del vehículo esté en vigor. Asimismo, asegúrate de que todos los componentes mecánicos de tu coche sean adecuados a la normativa vigente.