Imagina que conduce por una carretera solitaria en la penumbra de la noche. El asfalto se extiende ante ti, iluminado únicamente por los faros de tu vehículo. De repente, aparece una figura en el arcén: una mujer de cabello oscuro y mirada penetrante. Sobresaltado, desvías la vista por un instante, y al volver a mirar, ha desaparecido. Este inquietante escenario no es una escena de película, sino una experiencia que numerosos conductores afirman haber vivido en la carretera N-II de España.
4¿Distracción o prevención?
Si alguna vez transitas por estas carreteras en una noche oscura, es posible que recuerdes estas historias y sientas un escalofrío recorriendo tu espalda. Quizás mires con más atención al arcén, esperando no encontrarte con ninguna figura espectral. O tal vez, simplemente, aumenta tu concentración en la conducción, consciente de que, más allá de leyendas y fantasmas, la seguridad vial depende en gran medida de la atención y precaución al volante.
En cualquier caso, estas historias nos recuerdan que las carreteras no son solo vías de comunicación, sino también escenarios donde se entrelazan la realidad y la imaginación, lo tangible y lo intangible, creando un tapiz de relaciones que enriquecen nuestro acervo cultural y nos invitan a reflexionar sobre los misterios que, a veces, parecen acompañarnos en nuestro camino.