Los faros antiniebla son una herramienta esencial para la seguridad vial en ciertas condiciones climáticas. Sin embargo, su mal uso es un problema recurrente en las carreteras. Encenderlos sin necesidad no solo puede deslumbrar a otros conductores, sino que también está sujeto a sanciones económicas. La Guardia Civil ha recordado las situaciones específicas en las que su uso está permitido, dejando claro cómo y cuándo deben emplearse estos dispositivos.
3Faros antiniebla traseros: uso más restringido
El uso de los faros antiniebla traseros es aún más limitado. Solo deben encenderse en situaciones de niebla muy densa, lluvia torrencial o fuertes nevadas que reduzcan la visibilidad a menos de 50 metros. Estos faros tienen una luz roja de alta intensidad que puede cegar al conductor del vehículo que circula detrás, por lo que su uso inapropiado está severamente penalizado.
Además, es obligatorio apagarlos en cuanto las condiciones de visibilidad mejoren, ya que su encendido innecesario no solo puede molestar, sino que también puede generar confusión en el tráfico.
