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El fatal destino de los coches de la película «Ferrari»

En 2022, veinte restauradores expertos en transformaciones trabajaron durante cuatro meses para preparar la carrocería de las siete réplicas exactas de los coches de carreras de la marca que aparecieron en la película «Ferrari», de Michael Mann.

Las réplicas de los vehículos de 1957 que aparecen en la película que narraba la vida de Enzo Ferrari fueron realizadas de forma minuciosa bajo la supervisión de Ferrari Classiche, el departamento encargado de velar por la protección del patrimonio de la marca.

Los que vieron la película protagonizada por la española Penélope Cruz y el actor Adam Driver, dando vida a Enzo Ferrari, admiraron estos coches como si fueran auténticas joyas de la marca del cavallino rampante, pero lo cierto es que eran imitaciones.

La idea siempre fue que los coches se destruirían

Y desde el mismo momento en que se construyeron se sabía que se destruirían poco después de concluir el rodaje. Un proceso que la marca ha grabado en vídeo, en el que se contempla la destrucción metódica de algunos de los modelos.

Estos coches eran réplicas totalmente funcionales de los increíbles modelos de Ferrari de los años 50. Fueron realizadas por expertos de la empresa británica Auto Action Developments, especialista en este tipo de coches. Entre su lista de clientes figuran estudios televisivos como Paramount, Warner Bross o Disney y sagas de películas como las de James Bond o Marvel.

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Para la realización de los dos monoplazas 801 que salen en la película se utilizó como base un Caterham 420 S y el resto de los coches, un Ferrari 315 y tres 335 S, se construyeron sobre la base de un Caterham 620. Las réplicas que vemos en la película corriendo la Mille Miglia rendían 300 caballos de potencia y los técnicos de sonido hicieron rugir sus motores como si montaran realmente propulsores V12.

Las carrocerías de fibra de vidrio y aluminio que se retiran en el vídeo para su destrucción fueron fabricadas en Módena por la empresa Campana.

Réplicas falsas de Ferrari

La historia de los coches de la película de Michael Mann sirve al fabricante para ilustrar el hecho de que no siempre se imita la marca Ferrari con fines tan loables o artísticos como los del filme. Hay otras personas que la utilizan ilegalmente o la manipulan para obtener beneficios económicos o simple notoriedad.

Solo en 2023, la marca destruyó 400.000 artículos falsos que llevaban el logo de Ferrari. Entre los objetos más originales se encontraba un frigorífico con el logo de la marca. Pero se han destruido artículos de todo tipo falsificados, desde coches (tres) hasta camisetas (100.351 unidades), pasando por relojes (60.903 unidades), perfumes (30.161), mochilas (17.231 unidades), pares de zapatillas (17.903), cinturones (13.415 unidades), logotipos (11.500 unidades), patinetes (800 unidades), modelos a escala (872 unidades), gafas (91.229 unidades) o billeteras (57.503 unidades).

Dice Ferrari que las falsificaciones de marca son una batalla que se libra a diario en Maranello. Puede parecer increíble pero, aparte de accesorios falsos, como camisetas y gorras, hay gente que fabrica ingeniosamente Ferraris falsos, por supuesto, para venderlos a precios muy elevados», afirma Carlo Daneo, director jurídico de Ferrari.

«Algunos vehículos están tan conseguidos que acaban yendo a subasta y nuestra tarea consiste en denunciarlo a las casas de subastas para que los retiren del mercado. Y nuestro objetivo es siempre el mismo: no siempre basta con retirar todas las falsificaciones del mercado, queremos que se destruyan», añade Daneo.

Para frenar estas copias falsas de sus productos, la marca ha creado una iniciativa que recompensa con un agradecimiento oficial y un detalle por parte de la marca a cualquier persona que ayude a la marca a combatir los fraudes.