El GP de Australia en palabras del propio Fernando Alonso, será el primer punto de inflexión tras el cual valorar las posibilidades reales de seguir optando al titulo.
La pista semiurbana de Melbourne, presente en el mundial desde el año 1996, y en la que «el Nano» consiguió los primeros puntos de su carrera deportiva, ha de significar un antes y un después en la puesta a punto del AMR23 de Aston Martin.
2Una pista exigente y rápida
También es un circuito que requiere un chasis bien preparado, con varios puntos en la pista en los que los pilotos necesitan un frontal reactivo que les permita entrar en las curvas.
Melbourne es también una de las pistas más rápidas del calendario, con la vuelta de la pole de Lewis Hamilton en 2019 a una media de más de 235 km/h.
Una de las principales modificaciones del circuito desde el año pasado, es la eliminación de la chicane de las curvas 9 y 10, que ahora es una pequeña recta. También se había incluido una cuarta zona de DRS, aunque finalmente se ha decidido eliminar por razones de seguridad. El trazado cuenta con dos zonas de detección, una en la salida de la curva 6 y otra antes de la horquilla de la curva 13.
- Primer Gran Premio: 1996
- Número de vueltas: 58
- Longitud del circuito: 5,3 km
- Distancia de carrera: 306,1 km