Los expertos de RM Sotheby's tenían en su catálogo de la última subasta organizada en Scottsdale, Arizona, este inmaculado Ferrari 512 BB del año 1979. Por semejante criatura tenían previsto recaudar entre 225.000 y 275.000 dólares (entre 202.800 y 247.900 euros), pero finalmente se han pagado 224.000 dólares, que tampoco esta nada mal por un deportivo con 41 años de vida. Y eso vienen a ser como 201.910 euros al cambio actual.
Este sorprendente 'cavallino rampante' no es una pieza cualquiera, porque en el año 2002 cayó en las manos del especialista Norwood, quien no tuvo otra idea que instalarle un propulsor de un Ferrari Testarossa debidamente actualizado. Aquel bloque de cinco litros y 12 cilindros bóxer reemplazaba al 4.9 bóxer original, también de doce cilindros, solo que este preparador era capaz de extraer un total de 1.100 CV de potencia. Esta criatura se hizo rápidamente un lugar entre las preparaciones más locas creadas sobre la base de un Ferrari e incluso llegó a aparecer en la edición de Forza lanzada en mayo de 2002.
Ahora lleva el motor de un Ferrari F512 M
El corazón Testarossa estuvo en sus entrañas hasta 2018, porque finalmente ese bloque dejó paso a un motor proveniente de un Ferrari F512 M con 440 CV de potencia. Según su dueño este transplante era necesario, porque conducirlo con el anterior propulsor no era de lo más gratificante. Y eso que Norwood también instalo frenos más potentes y una suspensión del tipo coilover desarrollada por el especialista Öhlins.
Este motor, también con doce cilindros colocados en posición horizontal fue adquirido directamente a la firma de Maranello, algo notable si tenemos en cuenta que solo se llegaron a fabricar 501 ejemplares del F512 M.
Combinado con este corazón se encuentra un sistema de escape fabricado a mano por los chicos de Mark Robles, el cual se crea con acero inoxidable y titanio, por lo que imaginarás que el sonido que emite no debe ser nada normal.
En su exterior también destacan unas singulares llantas forjadas creadas inspirándose en las utilizadas por el Ferrari 288 GTO. Tienen 17 pulgadas y se calzan con gomas 235/45 delante y 335/35 detrás.
Y entre otras modificaciones, este Ferrari 512 BB de 1979 también cuenta con aire acondicionado.