Los filtros de un coche son componentes esenciales, pero a menudo subestimados, en el mantenimiento de un vehículo. Desde el motor hasta el habitáculo, estos filtros trabajan incansablemente para asegurar que tanto la mecánica del coche como la salud de sus ocupantes se mantengan en óptimas condiciones. Sin embargo, existe una gran cantidad de mitos y desinformación sobre su funcionamiento y mantenimiento que pueden llevar a decisiones erróneas y costosas. A continuación, te contamos todo lo que necesitas saber para cuidar correctamente los filtros de tu coche y evitar problemas en el futuro.
3Mito 2: «Limpiar el filtro de habitáculo con aire comprimido es suficiente»
Otro mito popular es que los filtros de habitáculo, que filtran el aire que respiran los ocupantes del vehículo, pueden ser limpiados y reutilizados simplemente soplándolos con aire comprimido. Esta práctica, aunque puede parecer una solución rápida y económica, es en realidad contraproducente y potencialmente peligrosa.
Los filtros de habitáculo funcionan reteniendo las partículas dentro de su estructura de fibras. Estas fibras son extremadamente finas y están diseñadas para atrapar contaminantes muy pequeños, a menudo invisibles a simple vista. Al utilizar aire comprimido para «limpiar» el filtro, no solo se remueven las partículas superficiales, sino que también se corre el riesgo de dañar la estructura interna del filtro. Esto reduce su capacidad de filtrado, lo que puede permitir que más contaminantes entren al habitáculo, afectando la calidad del aire que respiran los ocupantes.
