Era cuestión de tiempo que conociéramos la nueva versión ST del actual Ford Focus, la cual se va a poner a la venta en Europa este mismo verano.
Estéticamente será sencillo reconocer a estos deportivos Ford Focus ST, los cuales estarán disponibles con carrocería de cinco puertas y también en la funcional versión familiar. Y es que adoptan unos paragolpes específicos, llantas de 18 pulgadas (opcionalmente las hay de 19), doble salida de escape, alerón posterior… Por si fuera poco, están disponibles en exclusivos colores como son los tonos Ford Performance Blue y Orange Fury.
Con el fin de enfatizar su dinamismo, el interior añade toques como los asientos Recaro, los pedales metálicos, el volante específico… Aunque es cierto que se ve demasiado discreto por dentro.
En gasolina y diésel
Pero eso pasa a un segundo plano cuando analizamos los corazones que impulsarán a esta deportiva versión del Ford Focus. Para comenzar, decir que se ofrecerá con motores diésel y gasolina, además de con cambios manuales de seis relaciones y un nuevo automático de siete velocidades, que añade levas en el volante.
Comenzando por su corazón 2.0 EcoBlue, decir que genera 190 CV y 400 Nm, disponibles desde sólo 2.000 rpm. Por su parte, quienes se decanten por la versión de gasolina recibirán un poderoso 2.3 EcoBoost de nueva generación, el cual proporciona 280 CV y 420 Nm. Gracias a estos datos, Ford asegura que podrá acelerar de 0 a 100 km/h en menos de seis segundos (es de suponer que ofrecerá la función Launch Control).
Este motor de gasolina estrena la tecnología anti-lag desarrollada para los 3.5 V6 EcoBoost que utilizan los Ford GT y Ford F-150 Raptor, la cual elimina el retardo de su turbocompresor cuando circulamos en modos Sport o Track.
Precisamente este último modo sólo se ofrece si se adquiere con el Performance Pack opcional, al igual que al optar por ello se añade en los 2.3 EcoBoost el sistema Rev-matching, que da un golpe de gas al quitar velocidad, un sistema estrenado en los Ford Mustang.
Una puesta a punto muy deportiva
Por vez primera en un Ford de tracción delantera se apuesta por un diferencial electrónico de deslizamiento limitado eLSD, capaz de enviar toda la potencia a una única rueda. Desarrollado por Borg Warner, es exclusivo para los gasolina, mientras que los diésel se deben conformar con un sistema electrónico que frena la rueda que pierde adherencia.
La dirección es un 15 por ciento más rápida y directa que la usada por el resto de los Focus, al igual que las suspensiones son específicas para estos ST. Cabe destacar que los equipados con el motor 2.3 EcoBoost apuestan por unas suspensiones adaptativas CCD.
De serie estos Ford Focus ST equipan llantas de 18 pulgadas que se calzan con neumáticos Michelin Pilot Sport 4S. Tras todo esto se esconde un equipo de frenos compuesto por discos de 330 milímetros y pinzas de dos pistones delante, mientras que detrás hay discos de 302 milímetros.
Como te hemos dicho, estos deportivos Focus ST aterrizan en Europa este mismo verano para convertirse en una opción picante antes de la llegada de los salvajes RS.