En Ford han decidido dar un giro a la historia del Ka, ampliando su radio de acción. Deja de ser un utilitario del segmento A, donde reinan modelos como el Fiat 500, el Kia Picanto o el Hyundai i10, y aparece en el B, donde Ford ya tiene ubicado el Fiesta. Pero lo hace para competir en la parte más baja de este grupo de coches, entre los modelos más económicos. De esta manera, la estrategia de la marca del óvalo se desdobla para intentar ofrecer una alternativa -de más o menos precio- a todos los que busquen un utilitario. A los que van más a la economía, con el Ka+; y a los que buscan un punto más de distinción, con el Fiesta.
Más grande y con cinco puertas
El Ka+ gana en dimensiones, en versatilidad y en aspecto, con una imagen que recuerda, sobre todo en la parte frontal, a los últimos productos de Ford. Y como crece de tamaño hasta rozar los 3,92 metros de longitud, y cuenta con cinco puertas, el interior es sorprendentemente amplio y de fácil acceso. El salpicadero y el cuadro de instrumentos tienen un diseño elaborado y moderno. Y el espacio es de los mejores del segmento, con una gran cota de altura al techo y mucho hueco para las rodillas de los pasajeros traseros. Y solo falta mayor anchura atrás, aunque en eso también ha ganado respecto al anterior. E incluso cuenta con tercer reposacabezas posterior, aunque su maletero, con 270 litros de capacidad, queda un poco por debajo de lo que ofrecen sus rivales. Eso sí, dispone de 21 huecos para colocar objetos repartidos por el habitáculo.
La parte mecánica del Ka+ está marcada por lo contrastado y robusto de sus soluciones. Cuenta con un único bloque motor, de la familia Duratec y 1,2 litros de cilindrada, que se ofrece con dos niveles de potencia -70 y 85 caballos-, y una tecnología de doble árbol de levas que mejora el rendimiento y la eficiencia. A un consumo ajustado ayudan los neumáticos de baja resistencia y mejoras en detalles aerodinámicos como un spoiler inferior delantero. Con ello se consigue un consumo de solo 5 litros cada 100 kilómetros y unas emisiones de 114 g/km de CO2.
También se ha trabajado mucho el comportamiento dinámico. Para ello se ha trabajado en el chasis, adaptado a los gustos de los conductores europeos -el coche se fabrica en India- y para el entorno donde se va a usar. Por ejemplo, se ha calibrado la dirección asistida electrónica, con una asistencia variable en función de la velocidad -más suave a menos velocidad- y un menor radio de giro, lo que se muestra ideal en ciudad.
Y en ese ámbito urbano lo hemos probado durante su presentación por las calles de Madrid. Conducimos la versión de 85 caballos y su funcionamiento es suave y equilibrado. El coche es ligero -pesa poco más de 1.000 kilos- y vivo de reacciones. Permite maniobras con rapidez gracias a su dirección y a una palanca de cambios -de cinco marchas en las dos variantes de potencia- de tacto correcto. Es cómodo y las suspensiones tiran a blandas, de modo que en el tráfico urbano -'guardias tumbados' incluidos- se muestra muy agradable.
Económico sin descuidar la seguridad
Pese a su carácter de vehículo económico, no baja la guardia en seguridad o equipamiento. Por ejemplo, en seguridad cuenta con ocho airbags y un sistema de control de presión de neumáticos, así como ABS, ESP, anclajes Isofix o cinco reposacabezas. Y en cuanto al equipamiento, desde el más básico ofrece ordenador de viaje con limitador de velocidad, volante ajustable…
Y el acabado Ultimate, el más alto y asociado a la versión de 85 CV, ofrece de serie aire acondicionado, sistema de comunicación Ford SYNC que permite activar mediante la voz diversas funciones del smartphone, el sistema Ford MyKey con el que se puede establecer una velocidad máxima y un volumen máximo del equipo de audio…
El nuevo Ford Ka+ ya está a la venta con una promoción de lanzamiento por parte de la marca que rebaja 1.800 euros el precio de tarifa. Así, la factura final oscila entre los 8.895 euros del Essentia 70 CV y los 9.300 euros de la variante de 85 CV con acabado Ultimate.
