El nuevo Ford Mustang se puede definir en pocas palabras: superdeportivo a precio de ganga. Pero tiene otros puntos fuertes, como su exotismo y su indiscutible personalidad.
El Mustang es un modelo poco difundido en Europa, que va dirigido a un público muy particular, un público que busque potencia y exclusividad y que deje en un segundo plano los refinamientos tan espectaculares que caracterizan a los deportivos de marcas premium.
Dos opciones mecánicas
Ford lanza el Mustang en Europa con dos motores: un 4 cilindros EcoBoost (inyección directa y turbo) 2,3 litros de 317 CV (desde 37.000 euros), y un V8 atmosférico multipunto de 5 litros y 421 CV (desde 44.000 euros), ambos de aluminio (como las aletas delanteras y el capó motor, que se sujeta con la clásica varilla en vez de amortiguadores). Hay también dos tipos de carrocerías: coupé fastback y convertible (4.000 euros de sobreprecio, pero aquí tienes todos los precios del Ford Mustang), de 2+2 plazas; así como dos tipos de cajas de cambios: manual Getrag o automática de fabricación propia, ambas de 6 velocidades, y con diferencial autoblocante trasero.
Puesta a punto para Europa
Conceptualmente, el gran cambio en la nueva generación Mustang es la sustitución del tradicional eje rígido posterior por un eje multibrazo, que hace de él un coche más acorde con las demandas de las carreteras y los conductores europeos. El motor delantero longitudinal va ligeramente situado por detrás del eje, y el reparto de pesos es, en la práctica, bastante equilibrado (53/47 en 4 cilindros y 54/46 en V8), lo suficiente como para sacar partido de su potencia no sólo en autopistas y autovías, como hemos comprobado en la región alemana de Baviera.
Nuestra primera aproximación al nuevo modelo es el convertible 2.3 EcoBoost. En cuanto arrancamos muestra sus intenciones con un ronco y espectacular sonido, resultado de un sofisticado sistema electrónico a base de altavoces en el interior del habitáculo. En autopista, hasta 150 km/h, el aire nos acaricia suavemente pese a que no hay cortavientos, lo que por otra parte permite que dos pasajeros ocupen las pequeñas plazas posteriores.
Excelentes prestaciones en ambos
Pero la practicidad del Mustang 2.3 es otra: pisar el acelerador, para algo estamos en Alemania. Esta variante EcoBoost nos sorprende con sus más de 300 CV, mientras muchos conductores bávaros lo reconocen y saludan su paso con admiración. Se nos antoja como un clásico moderno, donde lo importante son determinadas sensaciones: cambio duro, pero rápido; aceleración espectacular; manejabilidad…
Personalmente era de los que opinaban que un Mustang debe tener un motor de 8 cilindros en V… hasta hoy. Y es que después de probar el 4 cilindros EcoBoost 2.3, me parece una alternativa al menos tan interesante, no sólo por precio, sino también por rendimiento y eficiencia. Al final del recorrido su consumo será de 10 l/100 km (homologa 8,0 l/100 km y 9,8 l/100 km con cambio automático) frente a los 15 del V8.
Y un gran comportamiento dinámico
Como en esos clásicos que nos vienen a la memoria, el largo capó motor y sus imponentes nervaduras son lo primero que ve el conductor, que tiene la palanca del cambio perfectamente situada a la altura del brazo. Salvo los asientos tapizados en piel, los revestimientos del habitáculo son de plástico, y los acolchados escasos; tampoco se aprecia un esmero especial en los acabados, ni en el aislamiento térmico a nivel de las piernas de los ocupantes.
Es la otra cara de la moneda de este, sin embargo, gran coche. También es verdad que la rigidez estructural de la carrocería abierta podría ser mejor, y eso que los tarados del chasis del Pack Performance con que vienen equipadas las unidades europeas son más suaves en el convertible que en el fastback.
La historia del Mustang en esta nueva generación no ha hecho más que empezar pues Ford prepara ya el desarrollo de versiones extremas que, con más de 550 CV (el Ford Mustang Shelby GT350 5.2 ya supera los 500 CV), competirán de tú a tú con otros deportivos europeos.
El Mustang fastback de nuestra toma de contacto incorpora el motor V8 5 litros con cambio manual. Su sonido es espectacular y nos llega al habitáculo mediante un conducto específico, pero sin amplificadores electrónicos. Fuera de las autopistas, podemos movernos en 3ª y 4ª casi por todas partes, tal es el exuberante par motor que ofrece, mientras que el desarrollo final en 6ª roza los 60 km/h para contener los consumos (en 5ª está en torno a unos muy razonables 40 km/h). Sus 421 CV ya son palabras mayores, con un nivel de prestaciones de máximo nivel, ya que su velocidad máxima se limita a 250 km/h, mientras que es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en sólo 4,8 segundos.