Ford parece estar preparando la llegada de la cadena de producción de los nuevos modelos eléctricos, para lo cual está haciendo sitio dentro de la factoría de Almussafes. Esto significa que antes de la llegada de nuevos modelos hay que finalizar la producción de los más viejos, y lógicamente los S-Max, y Galaxy tenían todas las papeleteas.
S-Max y Galaxy, adiós al mito
En este caso la marca ya ha firmado su certificado de defunción que tendrá lugar en abril de 2023. Una verdadera pena el cese de producción de dos de los mejores monovolúmenes que quedaban en el mercado, por no decir los únicos.
En este caso por su precio de venta se trataba de una alternativa perfecta para familias gracias a sus siete plazas y una configuración interior excepcional con múltiples soluciones de habitabilidad.
Además hace poco más de un año la gama había sufrido una puesta al día completa que le había hecho incorporar un equipamiento completísimo que incluía de serie elementos como la tapicería de piel y todo ello a un precio realmente accesible.
Sobre todo si lo comparamos con su competencia directa, que no son otros que los grandes monovolúmenes de siete plazas. Mucho más caros y con una habitabilidad interior mucho más justa. Pues se trata de opciones en las que las siete plazas se tratan como algo excepcional, no como un elemento cotidiano de uso, por lo que la comodidad y la amplitud de las mismas tiene poco o nada que ver.
Recibió también el esquema motor híbrido del Ford Kuga, lo que le permite disponer de etiqueta ECO, un verdadero lujo para su utilización en ciudad. Sin duda se trata de una magnífica opción de compra para los que necesiten algo parecido; merece la pena hacer un esfuerzo antes de que se acaben. Cuenta además con la posibilidad de optar al plan Moves.
S-Max y Galaxy, no se van solos del mercado
Este final de producción viene a sumarse también al final de vida del Fiesta, aunque en este caso se trata de un modelo fabricado en Colonia.
En cualquier caso los planes de electrificación de la marca no tienen marcha atrás, con la mirada puesta en el 2030, año en el que todos sus vehículos de su gama de pasajeros serán eléctricos, mientras que en 2035 la marca sólo pondrá en el mercado coches de batería.
En este caso la fábrica de Almussafes va a pasar por un profundo proceso de remodelación interior, tras el final de producción del S-Max y el Galaxy llegará también el del industrial Transit, y tan sólo el Kuga con variantes electrificadas tiene asegurado seguir unos años en línea de fabricación.
Todo ello de cara a la llegada de la nueva hornada de modelos eléctricos. Sin duda estas modificaciones de planta van a obligar a llevar a cabo cambios sobre el calendario laboral de la plantilla, donde términos como ERE o ERTE se han convertido ya en habituales, de cara a la reducción inicial de producción y a una posterior ampliación de cara a un 2026 en el que la firma del óvalo confirma una previsión de producción de 600.000 unidades eléctricas.