A finales de los años '80 la firma del óvalo azul lanza sus deportivos Ford Sierra Cosworth, versiones de altas prestaciones inspiradas en sus modelos de competición, pero totalmente utilizables en el día a día.
El culmen de este singular modelo es cuando se pone a la venta las versiones RS500, de las que sólo fabricaron 500 unidades para todo el mundo, todas ellas con carrocería de tres puertas, ese llamativo alerón posterior, unos deportivos asientos Recaro… Y claro está, un motor 2.0 de cuatro cilindros preparado por el especialista Cosworth que apostaba por un turbocompresor Garrett de mayores dimensiones, por lo que era capaz de enviar a sus ruedas traseras 224 CV de potencia. Así, este deportivo se permitía el lujo de acelerar de 0 a 100 km/h en 6,2 segundos y de alcanzar los 246 km/h de velocidad punta.
Sólo tiene 9.715 kilómetros
De los 500 Ford Sierra Cosworth RS500 tan sólo 56 de ellos salieron de la factoría en color blanco, y este que tienes ante tus ojos es uno de ellos. Esta unidad fue descubierta en una colección privada en Alemania en el año 2007, cuando cambió de manos a un coleccionista especializado en Ford, que lo ha mantenido a la perfección hasta el día de hoy.
Aunque esta joya tiene 30 años de historia, tan sólo ha recorrido 6.037 millas desde que saliera de fábrica, lo que equivale a sólo 9.715 kilómetros. Y no sólo eso, sino que también se mantiene en su estado original.
El mes que viene los especialistas de Silverstone Auctions le van a buscar un nuevo hogar, pero de su precio ni una palabra. Como ejemplo te diré que por este otro Ford Sierra Cowsorth RS500 se pagó el pasado mes de julio la friolera de 115.000 libras (unos 129.000 euros). Y eso que tenía 17.273 kilómetros y era negro, un color mucho más «convencional» para esta obra de arte.