Leer los neumáticos de tu coche puede parecer confuso al principio, pero una vez que entiendes cómo interpretar la información, es bastante sencillo. La información clave generalmente se encuentra impresa en el lateral del neumático.
Es importante verificar regularmente la presión de los neumáticos y reemplazarlos cuando estén desgastados para garantizar un manejo seguro y eficiente. Si tienes alguna duda sobre la lectura de la información en tus neumáticos, siempre puedes consultar el manual del propietario de tu vehículo o preguntar a un profesional en una tienda de neumáticos.
4Uno de los mitos sobre las ruedas
Dice la leyenda urbana que los neumáticos caducan a los 5 años. O a los 8. O a los 10. Según la fuente que consultes, encontrarás una fecha u otra. Es uno de los bulos más extendidos por la red, pero si atendemos a lo que dicen las normativas española y europea los neumáticos no caducan. Eso sí, esto no significa que puedas circular con unos neumáticos de hace 15 años como si fuesen nuevos, ya que lo que si le ocurre a todos los neumáticos, es que envejecen y por ello han de conservarse en condiciones óptimas.
Los fabricantes de neumáticos indican que transcurridos diez años desde la fecha de fabricación –no la de montaje- las propiedades del neumático se van deteriorando y no ofrece la misma seguridad por lo que recomiendan su sustitución por unos nuevos, aunque la profundidad del dibujo de la banda de rodadura no haya alcanzado el mínimo legal para circular (1,6 mm). Es decir, aunque aparentemente los neumáticos estén en buen estado, pasados diez años, esconden un deterioro de sus materiales.
A la hora de almacenarlos, hay que guardar los neumáticos en un lugar seco, ventilado y limpio a salvo de la intemperie; lejos de fuentes de calor, materiales de madera punzantes, grasas, aceites, combustibles o sustancias químicas que puedan deteriorarlos.
