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El circuito que los pilotos de Fórmula 1 no quieren pisar ni borrachos

Coche, piloto y circuito. Son las tres constantes de la competición automovilística, que tiene en la Formula 1, su expresión máxima, como espectáculo, dado el nivel de riesgo y peligro, que convierten al coche en tótem, al piloto en héroe y al circuito en el escenario definitivo.

La historia de la Formula 1 ha dado grandes coches, que han avanzado con la propia competición, grandes pilotos que en sus proezas dominando los coches se han perpetuado como leyendas y como no, circuitos únicos y emblemáticos, donde se han generado memorables batallas contra la misma vida.

Se puede establecer un ranking de peligrosidad de los circuitos actuales e históricos, con base en muchos argumentos. Quizás el dato mas contundente, lo establece la accidentabilidad con desenlaces fatales.

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Lo mas importante de la Formula 1

Para entender mejor lo que hace fascinante a la Fórmula 1, hay que conocer las tres constantes que la definen: el coche, el piloto y el circuito.

  • El coche es el instrumento con el que el piloto debe dominar las pistas, adaptándose a las condiciones climáticas, al trazado del circuito y a las estrategias de carrera. El coche es también una obra de arte, con diseños únicos e innovadores que reflejan la personalidad y la identidad de cada equipo.
  • El piloto: Es el protagonista indiscutible de la Fórmula 1. Es un deportista excepcional, con una gran habilidad para conducir al límite, una enorme capacidad para concentrarse en cada momento y una enorme determinación para superar los obstáculos. El piloto debe tener también un perfil psicológico muy equilibrado, capaz de gestionar sus emociones ante las situaciones más difíciles o estresantes.
  • El circuito: Es el escenario donde se desarrolla la acción. Es un lugar único en el mundo, con características geográficas e históricas propias. Cada circuito tiene su propia personalidad, su propia dificultad y su propia belleza. Cada circuito ofrece un reto diferente al piloto y al equipo, pero también una oportunidad única para disfrutar del espectáculo.