La Dirección General de Tráfico (DGT) cuenta con una amplia red de radares para para vigilar que los conductores cumplen con los límites de velocidad. Los excesos de velocidad están presentes en 4 de cada 10 accidentes. Un informe de la Fundación MAPFRE desvela que si no se hubieran cometido esos excesos se hubieran evitado el 43% de todas las colisiones entre vehículos y el 69% de todos los atropellos.
Por eso, captar los excesos de velocidad sigue siendo la principal obsesión de Tráfico. Este organismo cuenta con un total de 780 radares fijos y 545 radares móviles, ¿pero cómo funcionan exactamente estas herramientas? ¿A qué velocidad concreta se activan?
2¿Qué son los radares de tramo?
Los radares de tramo no son elementos que miden la velocidad en un punto, como los cinemómetros tradicionales. Este tipo de radar calcula la velocidad media que mantienen los conductores a lo largo de un tramo que puede extenderse varios kilómetros. Para ello cuenta con una cámara que registra la entrada y salida de los coches en el tramo que se quiere controlar.
Ese sistema permite calcular la velocidad media a la que ha ido el conductor. Si existiera el margen de 20km/h extra para adelantar, podría aducir que durante ese tramo se había visto obligado a adelantar, y dejaría sin efecto la sanción. Esa es la explicación de que se eliminara esa permisividad, y también de que la fórmula para calcular los excesos de velocidad haya cambiado. Si queremos calcular a qué velocidad exacta entra en juego el radar tendremos que recurrir a la norma de ‘tolerancia 7’.