Muchos amantes del volante tienen la tendencia de pisar el acelerador a fondo en ciertas calles poco transitadas e incluso tranquilas, sin embargo, para sorpresa de muchos, allí es donde se encuentra el oficial midiendo con su radar a qué velocidad vamos, y frenar de golpe, no creemos que sea una buena opción
4Radares dobles o fluidos
Por otra parte, reducir la velocidad ante un radar será inútil si al poco tiempo se acelera. En general, este truco no funciona, puesto que Tráfico ha encontrado una respuesta para prescindir de esta práctica habitual: hablamos de los radares dobles o fluidos. Un par de metros después de un radar propio, colocan uno portátil para que cuando el conductor vuelva a pisar el acelerador para superar la mayor velocidad de la calle, el siguiente capte la infracción. Esta estrategia está pensada para garantizar que los clientes de la calle respeten los puntos de corte de forma constante y no solo cuando estos aparatos están disponibles.
Por este motivo, las reducciones de velocidad extravagantes también se consideran una infracción grave, ya que pueden crear un choque en cadena que ponga en peligro al resto de clientes de la calle. En consecuencia, si la DGT, a través de sus representantes, Pegasus, drones o cualquier cámara, distingue una disminución inesperada de la velocidad por la presencia de un radar… traerá al conductor comparador una multa de 200 euros.