Muchos amantes del volante tienen la tendencia de pisar el acelerador a fondo en ciertas calles poco transitadas e incluso tranquilas, sin embargo, para sorpresa de muchos, allí es donde se encuentra el oficial midiendo con su radar a qué velocidad vamos, y frenar de golpe, no creemos que sea una buena opción
5En España hay varios tipos de radares:
Pórticos: Estos equipos suelen ser radares propiamente dichos: un cable receptor irradia una transmisión, ésta «salta» contra el vehículo en movimiento y llega de nuevo al cable receptor.
Postes: La mayoría de ellos son de tipo radar, aunque también los hay de tipo láser. Situados en el exterior.
Esquinas laterales: Pueden ser cinemómetros de radar y láser. La última opción «dispara» unas barras luminosas transversales a la calle. Mientras un vehículo en movimiento las obstaculiza, el aparato calcula su velocidad. Los dos avances pueden proyectar unas trayectorias en una dirección similar de tráfico.
Vehículos: Instalados en vehículos de vigilancia, son trabajados por especialistas de la Guardia Civil de Tráfico y de la Policía de Barrio, y pueden ser utilizados tanto en estático como en movimiento.
Puesto: Situadas en el borde de la calle y trabajadas por especialistas.
Cámaras de tramo: Se forma de al menos dos cámaras de visión falsa con sincronización horaria. Situadas en los dos extremos de un tramo de calle de unos pocos kilómetros, perciben las marcas de cada vehículo hacia el inicio y el final del tramo y computan su velocidad típica, multa a los individuos que superan la restricción del tramo. Este tipo de radar registra los ritmos normales mantenidos, no los fiables. A partir de 2015 también se ha trabajado en las calles auxiliares. A partir de ahora hay 62 radares funcionales.
Pegasus: Los helicópteros equipados con el radar «Pegasus» vigilan las calles desde el aire, colaborando con los Centros de Gestión y la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil.
