La gama GLE tenia modelos potentes pero que no terminaban de satisfacer al público plenamente. Es por eso que Mercedes ha dejado a sus pequeños cachorros pasar por las manos de su compañero AMG para convertir estas maquinas devora kilómetros en auténticas balas. Gracias a esto, la gama GLE cuenta ahora con cinco nuevos modelos desarrollados para cumplir con la promesa que AMG lleva por lema «Driving Performance». Empecemos con cada uno de ellos.
Mercedes-Benz GLE 450 AMG 4MATIC Coupé. Modelo de «acceso»
Puede parecer una broma pero no, no lo es. Existen modelos de acceso a la gama AMG y un ejemplo de ello es nuestro protagonista. ¿Por ser modelo de acceso a la gama deja de ser más exclusivo? Obviamente no, además si piensas eso es que no conoces realmente la filosofía de Mercedes elevada, esta vez, a AMG.
Si no me crees el nuevo Mercedes GLE 450 AMG 4MATIC Coupé te convencerá con hechos. Esta preparación del GLE por AMG está destinada a un grupo más amplio de clientes con ganas de experimentar las altas prestaciones deportivas que una marca así puede realizar, pero no por ello deja de ser interesante. Sino fijémonos en su motor. Esta «bestia racionalizada» tiene un motor V6 biturbo de 3.0 litros capaz de ofrecer 367 caballos y 520 Nm de par motor máximos. Unas cifras bastante buenas para lo que AMG denomina modelo de acceso. Gracias a ello, este motor tan potente y con tanta «patada» puede realizar el 0 a 100 en tan sólo 5,7 segundos.
Esta genialidad de cifras se la debemos a la tracción integral de serie que llevan, a unos componentes en el tren de rodaje específicos y al equipo de frenos procedentes de loc clásicos modelos AMG. Además, el nuevo propulsor V6 biturbo se basa en la gama de motores BlueDIRECT de Mercedes-Benz. Los ingenieros de AMG lo han perfeccionado – entre otras medidas, adaptando la presión de sobrealimentación– para incrementar la potencia y conseguir ese gran par motor.
Mercedes-AMG GLE 63 y 63 S. Potente, dinámico y elegante
Pero sigamos con la nueva gama. Al 450 se le une el GLE 63 4MATIC Coupé. Este modelo lo describe la propia marca como una nuva y fascinante interpretación de un coupé de 4 puertas capaz de satisfacer las máximas expectativas en cuanto a prestaciones, diseño y confort. Y con sus atributos no lo dudamos ni un ápice ya que el corazón de la bestia está impulsado por un AMG V8 biturbo de 5.5 litros con dos desarrollos diferentes. Si nos encontramos con la primera versión, el AMG GLE 63 4MATIC Coupé, el corazón de esta bestía tendrá una capacidad para «latir» de 557 caballos de potencia. Sin embargo, si nos hacemos con la segunda variante, el GLE 63 S, su «latido» incrementa hasta los 585 CV.
Pero hablemos de las cifras dinámicas de cada uno. Si se opta por el motor del GLE 63 Coupé con 557 CV el 0 a 100 Km/h lo podrás conseguir en 4,3 segundos con un par que llega a la nada despreciable cifra de 700 Nm, consiguiendo además una velocidad máxima limitada a 250 Km/h. Sin embargo en el modelo más potente, el de 585 CV, el cero a cien lo logra rebajar una décima de segundo con 760 Nm de par motor máximo. Su velocidad, como en el caso anterior, estará limitada a 250 Km/h. A no ser que optes en los dos modelos por el pack AMG Driver en el que la velocidad máxima sube a 280 km/h.
Toda esta potencia no sería controlable si el tren de rodaje no se hubiese ajustado. Ahora los dos modelos incluyen el tren de rodaje deportivo AMG RIDE CONTROL con regulación activa del balanceo ACTIVE CURVE SYSTEM y dirección directa deportiva. La tracción integral 4MATIC también ha sido mejorada gracias a AMG y distribuye la fuerza de propulsión con prioridad al eje trasero. Además, gracias a al regulador de programas DYNAMIC SELECT, la fiera puede ser dominada en un par de segundos gracias a un simple botón.
– Exclusividad interior en el modelo S
El AMG GLE 63 S Coupé no ofrece sólo una mayor potencia, sino que también tiene detalles exclusivos en su interior. Con el fin de transmitir un contacto más intenso con el vehículo, la zona de agarre del volante PERFORMANCE está revestida de microfibra dinámica. En el campo visual del conductor dominan los elementos deportivos. El cuadro de instrumentos refuerza su impresión de valor con la escala roja de precisión en torno al velocímetro y el cuentarrevoluciones y la banda de adorno de color gris. El tapizado de napa Exclusivo no solo recubre los cinco asientos, sino también todo el panel de instrumentos, la consola central, los revestimientos de las puertas y los apoyabrazos. El escudo AMG en los reposacabezas confiere al interior un toque especialmente lujoso. Si se elige un tapizado interior en color negro, los cinturones de seguridad grises y las costuras de contraste en color gris subrayan el carácter deportivo de este modelo.
Mercedes-AMG GLE 63 y 63 S. El superventas se pone en forma
El nuevo Mercedes-AMG GLE 63 4MATIC se presenta más potente y atractivo que nunca. Tras pasar por la reestructuración de la nomenclatura (de Mercedes ML 63 AMG ha pasado a Mercedes GLE 63 AMG), el sucesor del exitoso ML cuenta ahora con un motor aún más potente que el anterior. Se trata del AMG V8 biturbo de 5.5 litros que, como en el caso del coupé, se presenta en dos variantes. Una primera versión básica que cuenta «sólo» con 557 CV y una segunda con 585.
Los 32 CV adicionales de la versión básica mejoran notablemente las prestaciones de su predecesor. Si nos fijamos en el GLE 63 veremos que acelera de 0 a 100 km/h en 4,3 segundos por los 4,8 que hacía el ML 63 AMG. El modelo S por su parte, presenta una potencia incrementada de 28 CV respecto a la versión anterior, que asegura una capacidad de aceleración impresionante, pasando de 0 a 100 km/h en 4,2 segundos. Todo ello unido a los detalles únicos de la gama S que mencionamos anteriormente.
Quien pensase que los SUV no podían ser potentes y divertidos no había conocido la gama GLE AMG de Mercedes. Más adelante os informaremos de los precios, hasta entonces os recomendamos que disfrutéis de la la galería de imágenes.