Muchos conductores recurren al uso de gasolina low cost frente al aumento del precio de la gasolina, cada vez más difícil de abordar para la mayoría de los bolsillos. Prestar atención a cada letrero luminoso de las gasolineras que aparecen por el camino se ha convertido en una costumbre completamente interiorizada por los conductores, desde que el gasoil y el diésel llegaron a alcanzar precios por encima de los dos euros.
La diferencia de precio, aunque solo se trate de unos céntimos el litro, puede suponer un desembolso de más de 5 euros de diferencia por cada tanque repostado. Los que tienen que utilizar su vehículo personal a diario son los que más notan ese ahorro a final de mes. Por eso, para estos conductores elegir opciones low cost para llenar el depósito acaba suponiendo un ahorro considerable a final de mes. Muchas personas se preguntan si este tipo de combustibles baratos son malos para los coches. Veamos la respuesta a tan debatida cuestión.
1El combustible low cost es el mismo que el que se vende en las gasolineras caras
Para saber si la gasolina low cost que se vende en España puede llegar a ser perjudicial para la vida útil de nuestro automóvil, primero hay que conocer de dónde procede, y porque estas gasolineras pueden poner unos precios de mercado inferiores al resto. Los combustibles fósiles que se distribuyen en las diferentes estaciones de servicio españolas vienen regulados por la Ley de Hidrocarburos por lo que todos los combustibles tienen que seguir una regulación concreta.
Además todos los combustibles que se comercializan en España están gestionados por la misma empresa, CLH. De este modo, podemos asegurar que, de partida, todo combustible expedido en las diferentes gasolineras, sean de la marca que sean, es de la misma calidad. No hay un combustible peor, que sea perjudicial para el motor, la única diferencia es que algunas de las marcas más caras añaden aditivos para tener un carburante con mejor rendimiento.