Muchos conductores recurren al uso de gasolina low cost frente al aumento del precio de la gasolina, cada vez más difícil de abordar para la mayoría de los bolsillos. Prestar atención a cada letrero luminoso de las gasolineras que aparecen por el camino se ha convertido en una costumbre completamente interiorizada por los conductores, desde que el gasoil y el diésel llegaron a alcanzar precios por encima de los dos euros.
La diferencia de precio, aunque solo se trate de unos céntimos el litro, puede suponer un desembolso de más de 5 euros de diferencia por cada tanque repostado. Los que tienen que utilizar su vehículo personal a diario son los que más notan ese ahorro a final de mes. Por eso, para estos conductores elegir opciones low cost para llenar el depósito acaba suponiendo un ahorro considerable a final de mes. Muchas personas se preguntan si este tipo de combustibles baratos son malos para los coches. Veamos la respuesta a tan debatida cuestión.
4Los carburantes modificados sí pueden estropear el motor
No hay que confundir el combustible low-cost, con los carburantes modificados, ya que estos no cumplen los estándares mínimos de calidad marcados por la ley. La venta y distribución de este tipo de carburantes modificados no son legales en España. Este tipo de combustible modificado sí que resulta dañino para el motor del coche, pero es ilegal.
También hay que tener en cuenta a la hora de valorar el precio el tipo de carburante con los que se llena el tanque. No es lo mimo Gasolina 95, 98, E85… Hay diferentes nombres y cada uno tiene su precio. Cada motor necesita su tipo específico de combustible. En el caso de los deportivos, la mejor opción es la gasolina 98 y, en el caso de los turismos, se puede emplear la 95 que es algo más barata, pero más contaminante.