A día de hoy la gasolina y el diésel cotizan a 1,85 euros por litro y 1,75 respectivamente, cifras que lo sitúan a sólo 25 y 40 céntimos respectivamente de su máximo histórico: 2,15 euros y 2,10 euros, que se registró en junio del año pasado, en plena crisis de combustible por el comienzo de la guerra de Ucrania.
La medida que estudia el Gobierno de Francia entraría en vigor en 1 de diciembre. El propio Le Maire, en una entrevista en el canal France 2 ha asegurado que la medida durará «seis meses» y su objetivo es conseguir “carburantes más baratos por toda Francia”.
La normativa española lo considera algo prohibido para así no fomentar la competencia desleal.
2La antesala preparada por Francia
Ante la amenaza de una recesión económica, fruto de esta situación inflacionista, que la subida de los tipos de interés interbancario, parece no poder parar, Francia plantea en sus previsiones una medida, que podría, no sin cierta polémica, apaciguar los precios en el futuro mas a corto plazo.
El Ejecutivo de Emmanuel Macron quiere, ni más ni menos, que levantar la prohibición de vender a pérdidas. Se trata de una medida que lleva vigente en Francia desde hace seis décadas (desde 1963) y que supondrá una auténtica ‘revolución’. Será en octubre cuando, según ha anunciado su ministro de Economía y Finanzas, Bruno Le Maire, presentará el oportuno proyecto de ley para levantar la prohibición.
Este tipo de acciones de índole comercial suelen tomarse con la intención de fidelizar clientela. La decisión fue anunciada por la primera ministra gala, Elizabeth Borne, tal y como declara en sus redes sociales, «se trata de una medida por un período de tiempo limitado con la que tratan de devolver poder adquisitivo a los franceses».
