A día de hoy la gasolina y el diésel cotizan a 1,85 euros por litro y 1,75 respectivamente, cifras que lo sitúan a sólo 25 y 40 céntimos respectivamente de su máximo histórico: 2,15 euros y 2,10 euros, que se registró en junio del año pasado, en plena crisis de combustible por el comienzo de la guerra de Ucrania.
La medida que estudia el Gobierno de Francia entraría en vigor en 1 de diciembre. El propio Le Maire, en una entrevista en el canal France 2 ha asegurado que la medida durará «seis meses» y su objetivo es conseguir “carburantes más baratos por toda Francia”.
La normativa española lo considera algo prohibido para así no fomentar la competencia desleal.
3Las gasolineras mas pequeñas discuten la medida
Sabido esto, la pregunta recae en la opinión publica española al respecto de, que y como podría copiarse en este sentido al pais vecino. Y del todo cierto resulta que las leyes vigentes en España, contradicen por el principio de competencia desleal, y en primer instancia, la aplicación de medidas de este tipo, en las que la liberación de precios, incluso por debajo del coste, facilitaría el cierre de pequeñas dispensadoras no adscritas a las grandes marcas.
En Francia, la medida ha caído como un jarro de agua fría entre las gasolineras pequeñas. Ellas no cuentan con los márgenes de las grandes y vender a pérdidas podría poner en peligro su futuro.
Una de las primeras en quejarse ha sido Mobilians, una asociación de gasolineras independientes. Tienen unas 2.400 en toda Francia y si se permite vender por debajo del coste, advierten que su «supervivencia estará en peligro».