Un informe de la OCU analiza las posibilidades, ventajas e inconvenientes de la gasolina del futuro, que se presenta como alternativa real para evitar las prohibiciones que la agenda medioambiental europea, ha fijado para el año 2035 y que tiene su punto de mira en la eliminación de los motores de combustión de derivados fósiles.
Repsol definitivamente se presenta como el estandarte de la iniciativa, al colocar este innovador producto refinado en las gasolineras madrileñas.
1Un escenario mas conservador que disrruptivo
La irrupción de los coches eléctricos y su gran avance en la sociedad consumista, ha sido propiciada en gran medida por los cambios administrativos centralizados desde la comisión europea de Bruselas, que fijan medidas concretas con el fin de paliar los daños de los gases de efecto invernadero y que aceleran el cambio climático, observado desde hace décadas.
Y frente a los escépticos de esta cuestión, la realidad siempre mas tozuda se plasma en la implementación de nuevos modelos de coches mas sostenibles y que emitan menos gases a la atmosfera.
Pero, la eliminación de los motores de combustión, ante la falta clara de infraestructuras de recarga, así como el elevado coste de fabricación y venta de los eléctricos, y también, el fuerte quebranto económico y social que se puede provocar en materia de empleo, puede frenarse con la aparición de los combustibles sintéticos y renovables. Es decir, de materializarse, tras un control de calidad que solo la experiencia puede certificar, las nuevas gasolinas, otorgarían una segunda oportunidad a los tradicionales motores de combustión.