La OCU, como referente en la defensa de los consumidores, ha abordado la cuestión de la gasolina low-cost frente a la convencional en un reciente informe. En un contexto económico complicado, donde los ciudadanos buscan maneras de ahorrar, la elección del combustible adecuado se vuelve crucial.
El aumento del IPC, los elevados precios del alquiler y la vivienda, y los sueldos estancados han contribuido a la necesidad de optimizar los gastos diarios, incluido el combustible para los vehículos.
4El papel de los aditivos en la calidad de la gasolina
Un aspecto crucial en la comparativa entre la gasolina low-cost y la convencional es la presencia de aditivos. La OCU destaca que, a pesar de la creencia común, tanto la gasolina convencional como la low-cost cumplen con los requerimientos mínimos de calidad establecidos en España. Sin embargo, las gasolinas premium suelen destacarse por incluir aditivos adicionales.
Estos aditivos, en teoría, podrían mejorar el rendimiento del motor y ofrecer beneficios a largo plazo. Algunos fabricantes de automóviles sugieren el uso de combustibles premium para mantener la limpieza de los componentes del motor y optimizar su funcionamiento. No obstante, la OCU advierte que la evidencia concreta de estos beneficios es limitada y que, en la práctica, la elección entre la gasolina convencional y la premium podría depender de factores individuales, como el tipo de motor y las condiciones de conducción.
En resumen, la presencia de aditivos en las gasolinas premium puede ser un factor a considerar, pero la OCU destaca que la decisión entre low-cost, convencional o premium debe basarse en la información específica del vehículo y las necesidades del conductor. Como siempre, la transparencia y la información objetiva son fundamentales para que los consumidores tomen decisiones informadas al llenar el depósito de sus vehículos.
