Los conductores se han acostumbrado por las malas al elevado precio de los combustibles. Quedan ya lejos los tiempos en lo que el litro de gasolina o diésel rozaba euros, y la bonificación de los 20 céntimos por litro era un triste alivio.
El precio del diésel y la gasolina han dado un respiro, a unos conductores que ya se han acostumbrado a pagar el litro de gasolina o de gasóleo entre 1,50 y 1,80 euros. Un precio por el que se habrían llevado las manos a la cabeza hace tres años.
3Repostar por menos de 1,50 euros el litro
Con los programas de fidelización de las grandes gasolineras se puede llegar a conseguir una pequeña rebaja, que suponga entre 5 y 10 céntimos de ahorro por litro, cumpliendo con sus condiciones. Aun así, repostar en estas marcas supera esa barrera psicológica de 1,50 céntimos el litro.
Shell y BP son las marcas que ofrecen el litro de gasóleo más barato, a 1,47 euros. Repsol es la cadena más cara en la actualidad, con un precio medio de 1,54 euros. Si te olvidas de estas marcas y recurres a las llamadas gasolineras “lowcost”, la factura se puede reducir notablemente.