El panorama de las gasolineras en España ha experimentado un cambio significativo en los últimos años, con un aumento notable en la presencia de estaciones de servicio de bajo coste. Con más de 12.000 gasolineras en todo el país, casi la mitad de ellas son consideradas low-cost, y su crecimiento está estrechamente vinculado al constante aumento de los precios de los carburantes.
Este fenómeno ha llevado a que muchos conductores elijan estas estaciones de servicio, aunque hay que decir que algunos aún albergan ciertas dudas o reticencias sobre su elección. Y ojo porque no es para menos…
2La clave: costes de producción reducidos
El precio más atractivo de los carburantes en las estaciones low-cost se explica, en gran medida, por una gestión eficiente de los costes de producción. Mientras que las gasolineras convencionales suelen contar con al menos un empleado para supervisar los surtidores y atender a los clientes, las low-cost tienden a operar con un modelo de autoservicio. Esta automatización reduce los costes laborales y permite ofrecer precios más competitivos.
Además, las gasolineras low-cost a menudo eliminan o minimizan servicios adicionales, como tiendas de conveniencia, que son comunes en las estaciones de servicio convencionales. La ausencia de personal adicional y servicios secundarios permite a estas gasolineras reducir aún más sus costes operativos, contribuyendo así a la diferencia de precios.
