Pronto se cumplirá un año desde que el ejercito ruso cumpliendo ordenes políticas del Kremlin inicio la invasión de Ucrania. Como bien sabes la guerra fue la consecuencia directa de esta agresión, y con ella vinieron las diferentes respuestas desde la Unión Europea en clave económica. Hablamos de las sanciones y bloqueos que se impulsan desde el resto del mundo civilizado, para conseguir ahogar la economía rusa, y cese así el intento reconquistador de una zona geopolíticamente importante.
2Una política energética extrema y ¿errónea?
Los operadores internacionales han dispuesto de varios meses, entre el anuncio de este bloqueo al diésel ruso y el próximo día 5 de Febrero, para afrontar el acaparamiento de reservas en previsión de la demanda. Esto no ha disminuido la dependencia energética que Europa tiene con Rusia, y puede provocar el efecto pernicioso en el mercado de combustibles
Para entender esto basta con mirar los indicadores del proveedor global de datos del mercado financiero Refinitiv, y que aduce que el 44 % de las importaciones de combustible procedían de Rusia. Las necesidades de abastecer la demanda de 1,3 millones de barriles de gasóleo solicitados desde el mercado europeo justifican este desajuste, que obliga a comprar a terceros el combustible, por el cierre de refinerías en el viejo continente.
Desde el sector argumentan que el déficit productor tiene que ver en buena medida con la estrategia energética de la Unión Europea.
