Con el precio de la gasolina y el diésel por las nubes, no sorprende que los consumidores busquen constantemente ahorrar en sus desplazamientos. En este contexto, la batalla entre las gasolineras tradicionales y las de bajo coste se intensifica. Ante la amenaza de las ‘low cost’, que les arrebatan cuota de mercado atrayendo a conductores con precios más bajos, las grandes petroleras han decidido contraatacar desplegando todas sus armas comerciales. En este artículo, exploramos cómo y por qué las gasolineras tradicionales quieren convencerte de que repostar en sus estaciones sigue siendo la mejor opción.
1Objetivo: mantener el liderazgo
En los últimos años, el panorama de gasolineras en España ha cambiado drásticamente. Las estaciones de servicio tradicionales, dominadoras del mercado durante décadas, se encuentran ahora perdiendo terreno frente a las emergentes ‘low cost’. Impulsadas por precios competitivos y una experiencia de usuario más ágil, estas gasolineras automáticas, cooperativas o de hipermercados han capturado una parte significativa de los conductores.
Este cambio ha obligado a las petroleras tradicionales a replantear sus estrategias. Empresas como Repsol, Cepsa, BP y Galp, líderes en surtidores y clientes, han respondido con agresivas promociones y ofertas irresistibles a fin de atraer y retener a su clientela. En esta guerra comercial, que se intensifica durante el verano, el objetivo no es solo mantener la cuota de mercado, sino también fidelizar a los consumidores a largo plazo.