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Gasolineras: Repsol, Cepsa, BP o Galp tienen fecha de defunción, este es el día que cerrarán sus puertas

El sector de las gasolineras en España se encuentra al borde de una transformación monumental. Mientras que durante décadas gigantes como Repsol, Cepsa, BP y Galp han dominado el mercado, un cambio subterráneo amenaza con hacer obsoletas sus icónicas instalaciones en todo el país. Este fenómeno tiene nombre y apellido: estaciones de servicio low cost.

En los últimos años, estas estaciones económicas han surgido como una opción preferida por más del 80% de los conductores españoles. Un estudio reciente de Plenoil destaca que las gasolineras de bajo coste han experimentado un incremento del 19,3% en usuarios respecto al año anterior. Este giro responde principalmente a una razón contundente: el ahorro. Los consumidores, golpeados por los vaivenes económicos y el encarecimiento del combustible derivado de factores como la guerra en Ucrania, buscan la opción más asequible, relegando a un segundo plano los servicios adicionales que solían ser distintivos de las grandes petroleras.

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La evolución de las gasolineras low cost.

Las estaciones de bajo costo, como las de Plenoil, han ganado popularidad debido a su modelo de negocio automatizado, lo que les permite ofrecer precios hasta un 15% más bajos que las estaciones tradicionales. Este fenómeno no es exclusivo de España; en países como Francia, Bélgica, Dinamarca y Suecia, estas estaciones representan ya entre el 20% y el 50% del total de estaciones de servicio. Sin embargo, en España, este modelo sigue enfrentando cierta resistencia, con algunas regiones prohibiendo las estaciones sin personal debido a preocupaciones por la seguridad y los derechos de los consumidores.

A pesar de estas barreras, el crecimiento de las estaciones low cost ha sido imparable. En octubre de 2024, Plenoil inauguró su estación número 206 en España y ya se está expandiendo en Portugal, donde prevé abrir más de 20 estaciones en ciudades clave como Lisboa y Oporto. Esta expansión no es una casualidad; responde a una demanda creciente por combustible más económico y accesible, respaldado por la confianza del consumidor en la calidad del producto ofrecido.

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