Cuando hablamos de normas de circulación en túneles, la mayoría de los conductores piensan inmediatamente en la obligatoriedad de encender las luces. Sin embargo, hay un gesto mucho más crucial para garantizar la seguridad en estos tramos: mantener una adecuada distancia de seguridad. Este aspecto, que a menudo pasa desapercibido, es vital para evitar accidentes en una situación que ya de por sí tiene características especiales.
En un túnel, la visibilidad reducida, los espacios confinados y la ausencia de escapatorias hacen que cualquier accidente sea potencialmente más grave. Por ello, respetar la distancia de seguridad es más que una norma; es una medida preventiva esencial. Si el coche de delante realiza una frenada de emergencia, mantener el espacio adecuado nos asegura el tiempo necesario para reaccionar y detenernos a tiempo. Además, guardar esta distancia no solo protege a quien circula detrás, sino que también evita los temidos accidentes en cadena. Estos incidentes, que suelen implicar múltiples vehículos, son mucho más probables en un túnel.
4Por qué es crucial duplicar la distancia en túneles
La recomendación de duplicar la distancia en los túneles no es arbitraria. Estos entornos presentan retos específicos: menor iluminación, mayor concentración de gases, y en ocasiones, curvas o pendientes que limitan la visibilidad. Además, en caso de accidente, las posibilidades de maniobra son prácticamente nulas, lo que aumenta la gravedad de cualquier incidente.
En condiciones normales de autopista, una distancia de 50 metros o 2 segundos suele ser suficiente. Sin embargo, en un túnel, el margen de error debe ser mayor, ya que las condiciones del entorno amplifican cualquier pequeño descuido. Por eso, respetar los 100 metros o 4 segundos recomendados no solo es prudente, sino absolutamente necesario.