La transformación de los vehículos a Autogas o GLP está experimentando un auge desde primeros de año, en buena parte, debido a las restricciones que algunos ayuntamientos están implementando en los municipios de más de 50.000 habitantes.
Los vehículos de gasolina se pueden transformar a GLP casi en la totalidad de casos. En el caso de los diésel, técnicamente es posible, aunque no suele ser recomendable.
La multinacional energética, Repsol, ha comunicado que ofrecerá ayudas de 200 euros de ayuda en carburante Repsol Autogas a todos los usuarios que conviertan un vehículo gasolina a gas licuado del petróleo (GLP)
2La cuestión mecánica transformadora del GLP
Para transformar un coche de gasolina a GLP hay que llevarlo a un taller homologado para hacer este tipo de operaciones. Allí nos instalan un depósito de combustible adicional que suele ser más pequeño que el de gasolina y que suelen alojar en la rueda de repuesto, que se sustituye por un kit antipinchazos.
Hay también que instalar una boquilla de llenado cuya entrada se coloca junto a la de la gasolina, pero que al ser más fina queda también oculta por la trampilla de combustible.
Se necesitan igualmente una serie de tuberías adicionales para pasar el líquido hasta la zona del motor, donde hay que instalar un conversor que convierta el líquido en gas (no se puede guardar de forma gaseosa en el depósito porque ocuparía mucho más espacio), y hay que colocar una rampa de inyectores adicionales porque son diferentes a los que emplea la gasolina.
Por supuesto, la centralita que regula la inyección también tiene que ser sustituida, y por último es necesario que se instale en el interior del coche un testigo que avise sobre el nivel de gas y permita, mediante un botón, cambiar de un combustible a otro.