El invierno trae consigo una serie de desafíos, tanto para las personas como para los animales que nos rodean. Durante esta época, los coches estacionados se convierten en un inesperado refugio para pequeñas criaturas que buscan un lugar cálido para resguardarse del frío. Sin embargo, esta situación, que para los animales puede ser una cuestión de supervivencia, también representa un riesgo.
Por ello, las autoridades, como la Guardia Civil y la Policía, han instado a los conductores a golpear el capó de sus coches antes de arrancar. Este simple gesto tiene el potencial de salvar vidas y evitar incidentes desafortunados.
3Riesgos de ignorar esta práctica
No tomar precauciones antes de arrancar puede tener graves consecuencias, tanto para los animales como para el propio vehículo. Los animales atrapados en el motor pueden sufrir lesiones fatales, algo que no solo es traumático para ellos, sino también para los conductores que descubren el incidente.
Desde el punto de vista mecánico, un animal atrapado puede causar daños en piezas importantes del coche, como las correas del motor o los sistemas eléctricos. Reparar estas averías puede ser costoso y llevar tiempo, además de representar una molestia innecesaria que podría haberse evitado con un simple golpe en el capó.
