Google Maps, una de las aplicaciones de mapas más utilizadas en todo el mundo, ha decidido dar un paso audaz al cambiar drásticamente su diseño. La transición de las icónicas carreteras amarillas a un tono azul grisáceo ha generado diversas reacciones entre los usuarios.
Este cambio, que se ha estado implementando gradualmente en la aplicación móvil en las últimas semanas, también ha llegado a Android Auto, generando cierta controversia, dicho sea de paso.
1El adiós a las carreteras amarillas
Hay que decir que durante años las carreteras principales en Google Maps se destacaban en un llamativo color amarillo, una elección que era visualmente efectiva. De esta forma se conseguía resaltarlas del resto del mapa, que permanecía en unos tonos blancos también más que característicos.
Sin embargo, con la última actualización, todas las carreteras han adoptado un tono azul desaturado, marcando un cambio radical en la estética de la aplicación. Este nuevo diseño también se ha implementado en la interfaz de Android Auto, la plataforma de Google que está diseñada específicamente para su uso en automóviles.