Google Maps es una de las herramientas de navegación más utilizadas en el mundo, pero muchas veces los usuarios se encuentran con una situación curiosa: la aplicación no siempre muestra la ruta más rápida. Aunque podría parecer un error o una forma de “trollear” a los conductores, esta decisión tiene una lógica detrás.
La plataforma utiliza algoritmos complejos para calcular rutas, y en ese proceso prioriza otros factores además del tiempo. Por ejemplo, la aplicación puede optar por caminos que sean más seguros, que reduzcan la cantidad de intersecciones complicadas o que tengan menor impacto ambiental.
4Un enfoque en la seguridad
La seguridad es otra razón clave por la que Google Maps podría no mostrar la ruta más rápida. La aplicación evita sugerir caminos que puedan ser peligrosos para el conductor, como aquellos con muchas curvas cerradas, carreteras sin iluminación o zonas propensas a accidentes.
Este enfoque es especialmente relevante en condiciones climáticas adversas o durante la noche, cuando la visibilidad y la tracción en la carretera son limitadas. En estos casos, una ruta que sea unos minutos más lenta podría ser la opción más segura.