“Creo que hoy no dejamos nada sobre la mesa. Simplemente no éramos lo suficientemente fuertes en comparación con ellos. Estaban en otro planeta este fin de semana. Fueron fuertes en calificación, fuertes en carrera, mejores en la gestión de neumáticos, más fuertes en las rectas, en las curvas y, desafortunadamente, no fuimos lo suficientemente rápidos”. La presente columna del GP de Bélgica podría empezar y terminar con las palabras de Carlos Sainz, compañero de podio de los dos pilotos de Red Bull. Podría añadirse algo más para remacharlas: Max Verstappen salía decimocuarto y era líder en la vuelta 19. Terminó casi medio minuto por delante del español, que arrancó desde la pole.
“Creo que mentiríamos si no dijéramos que estamos sorprendidos, porque la brecha fue mucho mayor, o la más grande que hemos visto en toda la temporada entre los dos equipos. Y, ciertamente, es algo que no esperábamos, lo que significa que debemos volver atrás y analizar por qué en este tipo de pistas somos tan débiles”. Si lo anterior recogía en líneas generales la experiencia de la Fórmula 1 vivida en Spa, solo cabría esperar, que el brutal rendimiento de Red Bull en el trazado belga no se repita en más carreras de la presente temporada. Pocas veces en los últimos tiempos se ha vivido un dominio tan apabullante. Hasta el propio Christian Horner lo reconocía al terminar la prueba.
En el GP de Bélgica Red Bull lo tenía todo
¿Ha logrado el equipo austríaco otro giro de manivela en la evolución de su monoplaza? A fin de cuentas, la capacidad de evolución técnica de Red Bull en la segunda parte de un campeonato es archiconocida y contrastada en tantas temporadas anteriores. Mattia Binotto reconocía tras el gran premio belga que la directiva técnica introducida en Spa para aminorar el ‘porpoising’ ha tenido un efecto “imperceptible” en el rendimiento del F1-75. De modo que también cabe especular -y desear- que las características del trazado belga se ofrecieran como el punto más dulce para la personalidad del RB18. Un monoplaza de elevada velocidad punta que, sin embargo, volaba también en las zonas que requerían más carga aerodinámica. Es decir, lo tenía todo. Pero en qué fenomenal medida fue la gran sorpresa del fin de semana belga.
“Necesitamos analizar un poco más el fin de semana en general, Ha sido muy difícil. Si ves a Red Bull, estaban en otro nivel. Encontraron algo este fin de semana que es un poco preocupante para nosotros, porque por ahora no lo entendemos exactamente. Siguen siendo extremadamente rápidos en las rectas, por lo que parece que no tienen carga aerodinámica. Pero luego entran en las curvas y son tan rápidos como nosotros, o más rápidos”. Verstappen necesitó el sábado una sola vuelta para sacar seis décimas a Sainz, que usó el rebufo de Leclerc. En carrera, también superó a los Ferrari en los tres sectores: más de dos décimas en el sector uno, tres décimas en el sector dos (el de mayor número de curvas) y una décima en el tercero. De aquí la preocupación de Leclerc ante una posible vuelta de tuerca de Red Bull que haya logrado eliminar las ventajas mostradas por el monoplaza italiano durante la presente temporada. ¿Un chasis más ligero? ¿Una mejor comprensión del paquete aerodinámico global? “Así que esto es un poco preocupante”, reconocía el monegasco, en la misma línea que su compañero de equipo.
Mattia Binotto, sin embargo, se decantaba más por una simbiosis particularmente exagerada pero puntual entre un monoplaza, su piloto, y las características singulares de Spa. “Esta es el tipo de pista donde necesitas gran eficiencia, es decir, aerodinámica y unidad de potencia y, en este aspecto, Red Bull lo ha tenido todo, también la (mejor) degradación, Lo más preocupante para mí es que tienen un paquete de menos carga aerodinámica, y la vez gran velocidad en el sector medio”, reconocía un también desconcertado Mattia Binotto, quien sin embargo no se abonaba a la teoría de que el equipo austríaco evidencia semejante dominio el resto de la temporada. «La diferencia que hemos visto hoy no es la que tendremos en las próximas carreras. Esperamos estar de vuelta en las próximas, estar más cerca».
Primera vuelta para soñar: Sainz y Alonso, primero y segundo en el GP de Bélgica
De momento, la victoria de Red Bull fue extraordinaria incluso para los estándares del equipo austríaco. «Creo que esa es una de las mejores actuaciones de nuestro equipo. Nunca esperé que Max ganara esa carrera y particularmente llegar al primer puesto tan rápido, con Checo allí también, la vuelta más rápida, un doblete… No podría haber sido mejor para nosotros. Fue uno de esos fines de semana en los que estábamos en la ventana con nuestro monoplaza y todo funcionó maravillosamente. Fue una actuación increíble, creo que está absolutamente a la altura de lo mejor que logramos en 2010″. Poco más se puede añadir. El siguiente encuentro será en Zandvoort, en casa de Max Verstappen. El siguiente, en Monza, en la de Ferrari. El morbo está asegurado.
Por su parte, Carlos Sainz y Fernando Alonso optimizaron todas sus opciones en Spa. El madrileño, ocupando el podio junto a los intratables Red Bull. El asturiano, con una quinta posición que vuelve a meter su monoplaza en terreno que correspondería a Mercedes, Red Bull y Ferrari, es decir, los tres primeros equipos. Sainz suma siete podios en catorce carreras, de las que ha terminado once, y ha logrado desterrar el debate de su posición en Ferrari frente a Charles Leclerc. Alonso, por su parte, puntúa en nueve carreras seguidas, desde el Gran Premio de España, una cuenta que sería muy superior de no haber mediado tantos problemas de fiabilidad a principio de temporada. A pesar de su botín de puntos en 2021 y 2022, paradójicamente Alpine busca otro piloto.
Hubo un momento, en la primera vuelta, en la que ambos ocupaban la primera y segunda posición de un gran premio de Fórmula 1. Quién hubiera imaginado algún día algo semejante.
