«Ya estamos a millas de distancia, así que ni siquiera quiero pensar en la pelea por el campeonato en este momento. Es más importante terminar las carreras”. A tenor de lo visto en los dos primeros grandes premios del campeonato nadie podría imaginar que Max Verstappen haya terminado la tercera carrera del presente campeonato a 46 puntos de Charles Leclerc. El cerrado duelo entre los dos pilotos y sus equipos se rompió inesperadamente en el Gran Premio de Australia, dejando en el aire una superioridad no vista hasta el momento por uno de los dos equipos: Ferrari.
Helmut Marko, uno de los responsables del equipo austríaco colocaba el marco en el que, a su juicio, se mueve su piloto y el propio Red Bull: “Ferrari no tenía ningún problema con el ‘graining’ del neumático (uno de los factores decisivos durante el Gran Premio de Australia, “controlaban fácilmente el ritmo, mientras que nosotros no podíamos entrar en la ventana correcta tan rápido y tan fácilmente como Ferrari”. Además. Marko añadía otro dato: “Somos significativamente más pesados (con el monoplaza) que Ferrari, tenemos por lo menos unos diez kilos de peso de más. En tiempo, son tres décimas”.
El Gran Premio de Australia el escenario perfecto para los de Maranello
De modo que, a estas tempranas alturas del campeonato, Red Bull no disfruta de la versatilidad de Ferrari con el neumático. El F1-75 vuelve a confirmar su elasticidad para gestionar este apartado en todo tipo de circuitos y condiciones ambientales. Albert Park podría situarse a medio camino entre Shakir y Jeddah. El peso que lastra al RB18 costará tiempo -y dinero- rebajarlo. Y, por si fuera poco, en Albert Park afloró un preocupante e inesperado problemas para Red Bull: la fiabilidad. Verstappen no ha terminado dos de las tres primeras carreras. Honda está, pero no está. La temporada puede prorrogar el calvario que ha comenzado esta Semana Santa para el equipo austríaco.
“La verdad es que no lo esperábamos. Hemos sido más fuertes que en los entrenamientos, ha sido una gran sorpresa”. En el otro fiel de la balanza, escuchar a un eufórico Charles Leclerc daba la medida de la posición de Ferrari en estos momentos. «El coche era una bestia, hacía todo lo que quería, lo metía por donde quería. En un momento dado, me enfadaba porque estaba allí solo, por delante, y para buscar una motivación le pedí al equipo intentar una vuelta rápida». Semejantes palabras en quien había logrado la pole, la victoria y la vuelta rápida daban la medida del momento que disfrutan tan el piloto como su equipo. Aunque solo en un lado de su cuadrilátero.
La cara y la cruz dentro de Scuderia Ferrari
“Obviamente, solo estamos en la tercera carrera, por lo que resulta difícil pensar en el campeonato. Pero, para ser sincero, tenemos un coche muy fuerte y también muy fiable. Por ahora siempre hemos estado arriba, así que espero que continúe”. Con dos victorias y una tercera perdida ‘in extremis’ en Jeddah, Leclerc ha estado a punto de hacer el pleno hasta el momento. Su peor resultado, por ahora es un segundo puesto. “Si continúa, probablemente tengamos posibilidades de ganar el campeonato de esta manera: lucharemos por el título, lo que obviamente me hace muy feliz después de los últimos dos años que han sido difíciles para el equipo y para mí, así que es genial estar de vuelta en esta posición”. Una temporada consiste en una onda que sube y baja, una pleamar y bajamar para todo equipo y piloto. De momento, Charles Leclerc y Ferrari disfrutan de la mejor marea.
Todo lo contrario que Carlos Sainz. El Gran Premio de Australia se convirtió en un increíble cúmulo de dardos envenenados que recibió justo en su mejor momento de la temporada. El accidente de Fernando Alonso interrumpió su vuelta rápida en el Q3, dejándole sin tiempo. El retraso en arrancar su motor le devolvió tarde a la pista para lograr un giro acorde con su ritmo del fin de semana. El equipo tuvo que cambiar el volante justo antes de la salida, y sus reglajes no coincidían con los del volante original. La mala fortuna del sábado obligó a una estrategia de circunstancias con los neumáticos duros. En combinación con el nuevo volante el saltó el ‘anti stall’ y unos compuestos duros ni ayudaron en la salida, ni a coger ritmo en las primeras vueltas. ¿Alguien da mas? Frustrado y descompuesto, Sainz no tuvo la paciencia suficiente para esperar y se lanzó a un alocado intento de recuperar precipitadamente las cuatro posiciones perdidas en la arrancada. ¿Resultado? Primer abandono en 24 carreras, diecisiete de ellas en los puntos.
«Es difícil saber si esta ha sido mi peor carrera. Ha sido un fin de semana que parecía que iba bien, había un salto adelante respecto a las dos carreras anteriores, me sentía mucho mejor con el coche y había dado vueltas muy fuertes… Pero que ha sido uno de los peores es algo que no voy a negar”, reconocía Sainz al terminar en Albert Park «Tengo que ser más duro conmigo mismo por un error de piloto, aún tengo que conocer estos neumáticos y el duro era complicado este fin de semana, no debería haber tirado tanto. La conclusión es fácil: debería haber sido más paciente». Reconocía el piloto español al terminar, recordando que no todo fue responsabilidad suya: «No fuimos perfectos como equipo, demasiados problemas con el volante, el sistema anti calado y la clasificación supusieron que fuera con el pie cambiado. Te pone bajo presión, y no reaccioné adecuadamente”. La próxima carrera será en Imola, el mejor escenario para recuperar semejante.
No fue el mejor Gran Premio de Australia tampoco para Fernando Alonso
Se antojaba el mejor fin de semana posible para los dos pilotos españoles, pero también Fernando Alonso cayó en el agujero negro en que Albert Park se convirtió para ambos. “La mejor clasificación en muchos años” lamentaba Alonso cuando se salía de la pista por otro problema de fiabilidad cuando el sábado luchaba por entrar en las dos primeras líneas. El domingo, el coche de seguridad que tanto le podía ayudar (salía décimo con gomas duras), también apareció en el peor momento para su estrategia. “Estoy sin palabras” declaraba para resumir su mala suerte tras desfondarse en la clasificación tras su segunda e inesperada parada en boxes ante la degradación brutal. «Estoy destrozado con este fin de semana, teníamos posibilidades de conseguir un sexto puesto y, por supuesto, el podía había estado a nuestro antes del problema de ayer en la clasificación, hoy lo podríamos haber logrado con el abandono de Versatappen. «Quedan veinte carreras más y esperemos que la suerte que no tuvimos aquí nos favorezca en otros momentos de la temporada”.