La posibilidad de que Madrid albergue un Gran Premio de Fórmula 1 ha generado expectativas y entusiasmo entre los aficionados al automovilismo. Sin embargo, la Federación Internacional del Automóvil (FIA), representada por su vicepresidente Carmelo Sanz de Barros, ha expresado ciertas reservas que podrían poner en peligro la concreción de este ansiado evento… o al menos sobre el papel.
En este artículo, exploraremos las declaraciones de la FIA y los desafíos que enfrenta el Gran Premio de Madrid en su camino hacia la realidad. No olvidemos también que si la FIA protesta, es porque sabe que Liberty Media ya lo tiene cerrado antes de contar con ellos. Y ojo… ese es el orden en el que se negocia y no otro, ya que la dueña de la F1 es a día de hoy Liberty.
2Conflictos y desencuentros… según la FIA
Las declaraciones de Sanz de Barros también revelan una realidad subyacente de conflictos y desencuentros entre diferentes actores clave en el mundo de la Fórmula 1. Mientras que el acuerdo privado entre IFEMA y FOM (Formula One Management) busca acelerar el anuncio del Gran Premio de Madrid, la FIA señala que este tipo de decisiones no pueden tomarse a la ligera. La FIA sostiene que, aunque FOM gestione comercialmente la Fórmula 1, la federación sigue siendo la dueña del campeonato y desempeña un papel fundamental en su regulación y supervisión.
La lucha de poder entre la FIA y Liberty-FOM (dueños de los derechos comerciales de la F1) es un trasfondo evidente en esta situación. La FIA insiste en que tiene la responsabilidad de mantener la integridad deportiva y las regulaciones de la Fórmula 1, incluso si la gestión comercial ha sido delegada a un tercero. Este conflicto plantea desafíos adicionales para la realización del Gran Premio de Madrid y destaca la complejidad de las relaciones en el mundo de las carreras de autos de élite.