En muchas ciudades de España, el servicio de grúas municipales cumple un papel fundamental para garantizar el orden en las calles y evitar el caos por mal estacionamiento. Retirar los coches mal aparcados es una tarea rutinaria. Pero en los últimos años, esta labor ha dejado de ser tan sencilla como parece. Los operarios de las grúas se enfrentan a retos complejos debido a la evolución de los vehículos y las normativas que los rodean, lo que convierte su trabajo en un verdadero desafío.
2Coches eléctricos e híbridos: un reto añadido
Otro de los grandes desafíos para las grúas municipales es el aumento en la cantidad de coches eléctricos e híbridos. Aunque estos vehículos son una gran apuesta para reducir la contaminación, también es cierto que han traído consigo una serie de complicaciones a la hora de ser retirados por una grúa.
Muchos operarios se muestran preocupados por el riesgo de electrocución al manipular estos coches. Las baterías de los vehículos eléctricos pueden representar un peligro si no se desconectan adecuadamente antes de ser remolcados. El temor a un accidente eléctrico ha llevado a muchos trabajadores de grúas a no poder hacer su trabajo de forma segura, retrasándose así la retirada de vehículos mal estacionados.
