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Un plan sin fisuras: O cómo este gruista destroza aún más estos dos coches accidentados

El trabajo de los conductores de gruistas no es, ni mucho menos, una tarea fácil. Día tras día, se enfrentan a situaciones de tráfico caótico, automóviles dañados y conductores estresados. Sin embargo, hay veces en las que la improvisación en este tipo de trabajos puede generar resultados desastrosos y sobre todo para aquellos que dejan su coche cerca.

Así ocurrió la semana pasada en McAllen, Texas, cuando un operador de grúa intentó solucionar un accidente de manera tan poco ortodoxa que, en lugar de mejorar la situación, la empeoró de forma significativa. Terminó con dos vehículos completamente devastados, todo lo contrario a lo que estaba intentando hacer. Ahora el trabajador deberá hacerse cargo de los daños.

El impresionante accidente que protagonizó el gruista

El incidente comenzó con un choque entre dos vehículos: un Scion tC gris oscuro y un SUV Buick plateado. Aunque no hay imágenes del accidente en sí, un video capturado por un transeúnte muestra el caótico intento del gruista por resolver la situación. El Buick quedó volcado sobre su costado, mientras que el Scion, visiblemente dañado en la parte delantera, estaba ya sobre la plataforma de la grúa.

En ese momento, el operador de la grúa decidió poner en marcha un plan que, en retrospectiva, nadie consideraría una buena idea. En lugar de utilizar métodos tradicionales para levantar el Buick, el gruista optó por una táctica radical. Decidió mover la plataforma hacia adelante, empujando el Scion contra el techo del Buick, en un intento de volcarlo de vuelta a su posición normal. Lo único que logró fue empeorar los daños en ambos vehículos, mientras el policía en la escena miraba atónito desde la distancia.

Lo que hizo el gruista no es un trabajo fácil

Lo que hizo el gruista no es un trabajo fácil

Lo más desconcertante de la situación es la falta de lógica en la maniobra que terminó con el Scion destrozado. Voltear un automóvil volcado requiere precisión, y suele hacerse con cuerdas o grúas especializadas, no empujando otro automóvil contra él. Es probable que el conductor estuviera intentando ahorrar tiempo, tal vez con la esperanza de cargar ambos vehículos en la misma plataforma para evitar un segundo viaje.

Aunque el tiempo es dinero en este tipo de trabajos, el daño adicional causado al Buick sugiere que esta decisión fue cualquier cosa menos rentable. Este tipo de situaciones ponen de relieve la importancia de una formación adecuada para los conductores de grúas. Aunque no podemos saber si el operador en cuestión recibió el entrenamiento adecuado, es difícil imaginar que este tipo de maniobras formaran parte de su formación.