Durante el invierno, la acumulación de hielo en el parabrisas se convierte en un problema habitual para muchos conductores. Las bajas temperaturas, especialmente durante la madrugada, pueden dejar los cristales cubiertos por una capa de hielo que no solo dificulta la visibilidad, sino que también requiere tiempo y esfuerzo para retirarla. Si bien es común recurrir a métodos improvisados para solucionar este inconveniente, no todos son seguros para el vehículo. Para evitar problemas y mantener la integridad del parabrisas, la Guardia Civil ha compartido cinco consejos prácticos que te ayudarán a prevenir la formación de hielo y a eliminarlo de forma segura.
5Prevén la formación de hielo: soluciones a largo plazo
La mejor manera de evitar tener que lidiar con un parabrisas congelado es prevenir la formación de hielo desde el principio. Una de las soluciones más efectivas es cubrir el cristal con una manta, un cartón o un protector específico para parabrisas durante la noche. Estos materiales actúan como una barrera que impide que la humedad se congele sobre el vidrio.
Además, estacionar el coche en un lugar resguardado, como un garaje o bajo un techo, también puede marcar la diferencia. Si no tienes acceso a un espacio cubierto, intenta aparcar el vehículo orientado hacia el sol matutino, lo que ayudará a derretir el hielo de forma natural al amanecer.
