Los agentes de las Agrupaciones de Tráfico de la Guardia Civil han llegado al límite de su paciencia ante el lamentable estado de la flota de motocicletas que utilizan diariamente. Chasis oxidados, motores con más de 200.000 kilómetros y frenos ineficaces son solo algunos de los problemas que enfrentan. Estos agentes exigen al Ministerio del Interior que priorice la reparación y el mantenimiento de sus vehículos en lugar de centrarse en medidas recaudatorias como las motos camufladas y los radares de tramo.
1Una crisis de seguridad
La Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) ha denunciado que la situación actual afecta gravemente a la seguridad de los agentes, especialmente en una unidad que ya está expuesta a un alto riesgo de accidentes laborales. Los motoristas de la Agrupación de Tráfico son frecuentemente víctimas de accidentes, algunos de ellos mortales, como el ocurrido en Galicia en mayo.
Agentes destinados en Canarias han sido los primeros en alzar la voz, pero la crisis es nacional. La Guardia Civil admite que faltan medios adecuados en prácticamente todas las Agrupaciones del país. La carencia de cascos, chalecos inflables y el uso de motocicletas que no pasarían una ITV refleja un problema profundo y generalizado.