La Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, encargada de hacer cumplir las normas de tráfico en las carreteras españolas, se encuentra en el centro de la polémica debido a la elección de sus nuevos vehículos. Según la Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC), los responsables de adquirir estos coches han cometido errores que llevan a los agentes a incumplir las mismas normas de tráfico que están encargados de hacer respetar.
La AEGC señala que uno de los problemas principales es el reducido tamaño del maletero de los nuevos vehículos entregados a la Guardia Civil de Tráfico. Esta limitación de espacio obliga a los agentes a transportar parte del material necesario para realizar sus funciones suelto en las plazas traseras. Según la asociación, esta práctica es sancionable, ya que va en contra del precepto que prohíbe «conducir un vehículo sin cuidar de la adecuada colocación de los objetos o algún animal transportado para que no interfieran en la conducción».
3Una paradoja más que significativa para la Guardia Civil
En resumen, la elección de los nuevos vehículos para la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil plantea una paradoja significativa. Los encargados de hacer cumplir las normas de tráfico se ven obligados a transgredirlas debido a decisiones que afectan la funcionalidad y la seguridad de los coches. La AEGC hace hincapié en que estos errores no solo representan una violación de las normas, sino que también ponen en riesgo la integridad física de los propios agentes. La gestión de flotas y la elección de vehículos operativos son aspectos cruciales que deben abordarse de manera efectiva para garantizar que aquellos encargados de velar por la seguridad vial estén equipados adecuadamente y cumplan con las normas que exigen a los demás conductores.