La agresiva campaña de precios de Tesla provoca un tsunami comercial quedando claramente entablada la guerra de precios en un sector del automóvil, el eléctrico, que en Europa resulta incierto, pero que ha de responder a las exigentes agendas medioambientales.
Algunos fabricantes con una tradición establecida por su publico de clase media, optan por seguir la estela del magnate Elon Musk.
Ford, refuerza estos argumentos en sus ancestrales iniciativas como verdaderos generadores de la industria, Renault con dudas, apunta posiciones contrarias a Tesla.
1Política medioambiental y costes económicos
Las razones a tener en cuenta en este escenario comercial son principalmente políticas y económicas.
De un lado están las exigentes agendas medioambientales que Europa esta implantando. Recuerda que la fecha para eliminar los motores de combustión esta fijada (2035), y aunque se ha dejado margen al estudio de sustitución del tipo de combustible (sintético), lo que si parece claro es que el coche eléctrico acabará por imponerse rápidamente y de manera fundamental en las grandes urbes y los trayectos cortos, mientras no se afiance un progreso definitivo en los índices de autonomía energética que los fabricantes ofrecen.
De otra parte, la cuestión económica se acentúa cuando hablamos de procesos de producción. Teniendo claro que el coste de fabricación de un coche eléctrico es complejo y caro, quien parece tener » la sarten por el mango «, es aquel grupo de fabricantes que son capaces de invertir en los procesos propios de sus baterías, y no necesitan comprar o delegar estos tramites.
