El ahorro del combustible siempre ha sido un hábito que ha preocupado a muchos conductores. Con los precios que marcan los surtidores en la actualidad, ese ahorro se ha convertido en una práctica más importante que nunca. Hay ciertas estrategias que se pueden implementar en la conducción para intentar reducir el consumo de combustible, que son de sobra conocidas, pero que quizás no son tan buenas para el coche como pensamos.
Salvo medidas de ahorro muy drásticas y nada recomendables, hay ciertos hábitos que van desgastando los componentes del coche de manera paulatina. En este artículo te traemos seis malas costumbres de ahorro que se pueden acabar traduciendo a la larga en averías muy costosas.
3No repostar hasta la reserva
La explicación de esta técnica es plausible. Cuanto menos lleno esté el coche, menos pesa y menos consume. Además repostar cada poco, con los precios del carburante tampoco es plato de buen gusto. Sin embargo, tienes que evitar llevar siempre el tanque vacío, y por supuesto evitar llegar a la reserva.
Cuanto más vacío está el tanque, más tiene que trabajar la bomba de combustible para absorber el carburante, lo que puede provocar que se formen burbujas de aire empeorando la refrigeración, o que se obstruyan los conductos con los sedimentos que se van creando al fondo del depósito.