La Comisión Europea ha confirmado que el Gobierno español ha pedido eliminar la introducción de peajes en autovías en 2024 como parte del acuerdo para recibir las ayudas del Plan de Recuperación, pero aseguran que, de momento, el Ejecutivo comunitario continúa evaluando si da el visto bueno a esta medida.
El Gobierno de Pedro Sánchez solicitó retirar el pago por uso de las carreteras en la adenda presentada este verano para activar la segunda fase del Plan de Recuperación, que movilizará 94.000 millones de euros para España, y asegura que se está avanzando en el diálogo.
La ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana en funciones, Raquel Sánchez, ya apuntó hace unos días en el Parlamento Europeo que «las condiciones que se daban en el momento en que se presentó la medida (en referencia al pago por uso de las carreteras) no son las mismas que en la actualidad».
3Así sería el pago de peajes en las autovías
Aunque la medida del pago de peajes en las autovías se quede finalmente aparcada en un cajón si el ahora Ejecutivo en funciones vuelve a La Moncloa, lo cierto es que es una iniciativa que estaría ya bastante avanzada para implantarse sin demasiada demora. Desde el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, se ha justificado en varias ocasiones la puesta en marcha del pago por uso de las carreteras con el fin de sufragar los gastos de conservación y mantenimiento, que actualmente están incluidos en los Presupuestos Generales del Estado.
La medida afectaría a más de 9.000 kilómetros de carreteras y algunas comunidades autonómas como Galicia o Asturias, serían las más perjudicadas por su situación geográfica y por su limitada red de carreteras. Aunque no se han dado detalles sobre la implementación y el pago, el Gobierno ha barajado la idea de cobrar un céntimo de euro por kilómetro recorrido. Esto supondría pagar unos 6,20 euros por viajar de Madrid a Barcelona o 3,5 por llegar a la capital valenciana.
Uno de los sistemas de pago que se ha planteado para cobrar estos peajes son los pórticos que ya funcionan en países como Portugal. Se trata de peajes automáticos con cámaras que leen las matrículas de los coches y que directamente el usuario paga en su cuenta bancaria. Para utilizarlos hay que estar registrado en el sistema.